Una planta para cada estancia de tu casa: te contamos cómo cuidarlas

Seguro que más de una vez has escuchado eso de que tener plantas en el dormitorio es perjudicial. Pues nada más lejos de la realidad. De hecho, existen determinadas especies que son más que recomendables por su capacidad para purificar el ambiente. Por ejemplo la sansevieria (también conocida como planta de la serpiente, cola de lagarto o lengua de suegra), que además de eliminar las toxinas, el óxido de nitrógeno y los formaldehídos del ambiente, almaceno oxígeno durante el día para eliminarlo por la noche y se dice que elimina las energías negativas para atraer la buena suerte. Y, para terminar de convencerte, es muy resistente y fácil de cuidar. 

Cuidados

- Luz: se adapta a cualquier espacio. 

- Riego: moderado, un buen truco es sumergirla en agua una vez al mes durante 10 minutos y dejar que drene.

- Humedad: no necesita humedad

Ya que la Sansevieria no necesita cuidados especiales, lo único que necesitas para añadirla a tu dormitorio es un macetero a medida como este, de Be Green. Un modelo de arcilla negra que presenta líneas redoneadas y un acabado texturizado que añadirán un toque relajante y de aire oriental a tu hogar. Su diámetro es de 12 centímetros, perfecto para la planta anterior, y encajará en cualquier estilo decorativo. 

Si prefieres las plantas con flores, entonces tu mejor alternativa es el Spaththiphyllum wallisi o Lirio de la Paz. Al igual que la anterior, tiene propiedades purificadoras (elimina las toxinas y sustancias nocivas del ambiente, regula la humedad y atrae energía positiva). Originaria de México y Malasia, en este caso sí necesita algo más de humedad y riego, pero es muy agradecida y florecerá a lo largo de todo el año. De hecho, es una de las especies recomendadas para aquellos que se están iniciando en esto de las plantas. 

Cuidados

- Luz: necesita luz pero no aguanta el sol directo así que lo mejor será colocarla en un espacio con luminosidad indirecta. 

- Riego: entre una y dos veces a la semana, aunque ella misma te dirá cuando necesita agua bajando sus hojas. Un buen truco es regarla en la ducha o con una regadera tipo agua de lluvia. 

- Humedad: pulveriza sus hojas una vez a la semana.

- A tener en cuenta: evita exponerla a las corrientes de aire.

Para asegurarte de tu Lirio de la Paz tiene las condiciones de riego y humedad que necesita, la mejor opción es hacerte con una regadera que, al igual que la ducha, imite el efecto del agua de lluvia. Aunque si te da la posibilidad de escoger entre riego de precisión o ducha, mucho mejor. Es el caso de esta regadera con boquilla extraíble, que además cuenta con capacidad para regar todas tus plantas sin necesidad de rellenarla constántemente (1.800 mililitros). 

A la hora de decorar el salón, seguramente busques plantas algo más grandes y decorativas ya que tienes más espacio disponible. Y además, quedan de maravilla. En estas estancias, las Dracaenas se han puesto muy de moda por lo especiales que resultan y lo bien que encajan en todo tipo de estilos decorativos. En este caso se trata de una Drácena Lemon Lime o árbol de dragón, una planta procedente de África que se caracteriza por sus hojas verde oscuro con bordes más claritos y que también cuenta con propiedades purificadoras. Tiene una altura aproximada de 110 centímetros y un diámetro de unos 21 centímetros y sus cuidados son más sencillos de lo que parece.

Cuidados

- Luz: necesita mucha luz indirecta aunque es capaz de sobrevivir en condiciones de menor luminosidad. Eso sí, en ese caso sus hojas serán de un tono verde oscuro uniforme. 

- Riego: moderado, aunque soporta mejor la sequedad. Habitualmente requiere un riego cada dos semanas, aunque el mejor truco es esperar a que la tierra esté completamente seca. 

- Humedad: pulveriza sus hojas una vez a la semana.

- A tener en cuenta: para que se conserve preciosa, lo ideal es mantenerla en un ambiente de temperatura constante entre los 13 y 21ºC. 

Uno de los problemas más comunes de las Dracaenas es el exceso de riego. Para evitarlo y asegurarte de que el substrato está completamente seco, la mejor ayuda es contar con un medidor de humedad como este. Su funcionamiento es muy sencillo: introdúcelo en el suelo de la planta a una profundidad de unos 3-5 centímetros, espera 5 minutos y comprueba su indicador (seco, húmedo o mojado). Solamente riega si se encuentra seco.  

A la hora de decorar, no hay planta más especial que una orquídea. Elegante por naturaleza, la variedad e intensidad de los colores de sus flores así como su forma resulta especialmente atractiva. De hecho, según el Feng Shui estas plantas tienen la capacidad de atraer la buena suerte. Y, por si no lo sabías, sus pétalos tienen propiedades muy nutritivas, por lo que podrás usarlas para crear tus propias cremas caseras. 

Cuidados

- Luz: necesita mucha (mucha) luminosidad pero no soporta la luz directa.

- Riego: abundante. Un buen truco es sumergirla una vez a la semana en un cubo con agua y dejar que absorba la humedad durante 10 minutos. 

- Humedad: también necesita muchísima humedad, pulveriza sus hojas diariamente (pero no la flor).

- A tener en cuenta: para imitar las características de su hábitat natural, apuesta por un sustrato muy drenado y rico en minerales. 

Para conseguir la mejor oxigenación y un drenaje correcto, las orquídeas necesitas un sustrato muy concreto, como este de corteza de pino natural. ¿Por qué? Porque es el que mejor imita las condiciones naturales de crecimiento estas plantas y permite que el agua llegue a las raíces. Con una capacidad de 3 litros, podrás usarlo además para todas esas plantas con raíces aéreas o trepadoras que tengas en casa. 

Otro factor clave en el cuidado de las orquídeas (al igual que para el Lirio de la Paz o la Dracaena) es mantener unos buenos niveles de humedad. En este caso, de hecho, se recomienda pulverizar la orquídea diariamente. Tarea para la que te va a venir de maravilla este pulverizador de Be Green, con un diseño de cristal estilo vintage que te permitirá incluso tenerlo a la vista junto a tu planta para no olvidarte, ya que es totalmente decorativo. 

El Helecho de Boston es uno de los más comunes dentro de la decoración del hogar, y esta temporada se ha puesto muy de moda. Y es que, además de ser muy vistosa, resulta muy fácil de cultivar y es muy agradecida -siempre que le aportes los cuidados y las condiciones que necesita-. Y, si tu cuarto de baño dispone de iluminación exterior, esta planta encajará perfectamente ya que necesita bastante humedad y aportará un toque zen a la decoración.

Cuidados

- Luz: moderada, mejor colocarlos en un lugar iluminado pero protegido de la luz directa.

- Riego: moderado, entre una y dos veces por semana.

- Humedad: les gusta bastante la humedad por lo que convendrá pulverizar sus hojas habitualmente.   

- A tener en cuenta: lo ideal es mantener una temperatura ambiente de entre 18 y 25 grados y protegerlos de las corrientes de aire y los cambios bruscos de temperatura. 

Si quieres que tu helecho esté precioso, un buen truco es añadir un poco de fertilizante en los riegos. Concretamente, uno específico para plantas verdes, como este, que le aportará ese extra de nutrientes, potasio y hierro que necesita. Además, favorecerá el crecimiento de las raíces y mejorará la resistencia de la planta, permitiendo que aguante más tiempo.

Si tienes la suerte de que tu cocina cuenta con una ventana e iluminación exterior, entonces podrás colocar alguna planta para decorar este espacio. ¿Lo mejor? Apostar por un conjunto de plantas culinarias y aromáticas que puedas usar para cocinar. Y si quieres vivir la experiencia completa, nada mejor que un kit de cultivo como este, que contiene todo lo necesario para germinar y plantar tus propias plantas de albahaca, perejil, tomillo y cilantro. Pero además, incorpora una bandeja de madera donde podrás colocarlas y unas tijeras de podar. 

Cuidados

- Luz: necesitan bastante luz por lo que conviene colocarlas cerca de la ventana.

- Riego: moderado pero sin excesos. Lo mejor es apostar por macetas con drenaje.  

- A tener en cuenta: es recomendable podarlas a menudo para favorecer su crecimiento. Eso sí, cada planta tiene unas características concretas: la albahaca solo aguantará una temporada, el perejil dos años mientras que el tomillo es perenne.