Hemos probado: los rizadores que consiguen unas pestañas infinitas

Este es uno de los muchos rizadores de pestañas que usaba mi madre y uno de los que más me ha gustado de todos los que he probado. Confieso que he hecho uso de su neceser, impulsada por la curiosidad de encontrar y conocer un producto nuevo, en más de una ocasión. Todas lo hemos hecho, ¿no?

Una de las cosas que me gustan de este rizador es su versatilidad porque no todos los rizadores se adaptan por igual a todos los párpados y este nos gusta tanto a mi madre (con los ojos más almendrados) como a mi (más achinados).

Como sabes, es totalmente normal que, ya sea por una cuestión estacional u hormonal, por teporadas nuestro pelo y uñas estén más fuertes. En uno de los bajones de ese permanentemente cambiante ciclo me llegué a preguntar si por abusar del rizador estaba dañando mis pestañas y recurrí a los de farmacia.

Di con esta marca y la verdad es que me encantó. No solo por el diseño (porque todo lo que sea dorado me fascina y además la goma es negra) sino porque pesa poco y tiene un agarre amplisimo que permite hacer más fuerza. Al cerrar este rizador, el sobrante de goma por delante es mayor que por detrás (la parte interna que se pega al párpado) y esto permite que nos aproximemos mucho más y el rizo sea más notable.

Dicen que el rizador de pestañas Dior Backstage Eyelash Curler es el secreto de los maquilladores de Dior para crear una curva perfecta de las pestañas en un solo gesto. Y lo cierto es que no me extraña. Este rizador, que también han probado amigas y hermanas, se adapta a todos los párpados.

Tanto el agarre como la goma son más suaves de lo habitual, lo que ayuda a rizar las pestañas con más delicadeza, protegiéndolas. Es perfecto para crear looks naturales en el día a día.

El rizador de pestañas de Nars es uno de los más ligeros que he probado y esto no solo es interesante para aligerar peso en el neceser sino que además de cara al manejo del rizador también es bueno. La almohadilla para mi gusto es muy fina y llegamos rápido a sentir la base de metal del rizador, por lo que no me atrevo a acercarme mucho al párpado.

Es verdad que, aunque para rizar correctamente las pestañas hay que hacerlo desde la raíz, yo no lo necesito tanto porque tengo las pestañas bastante largas así que este rizador en mi caso sí hace su función pero se me queda corto para un maquillaje de noche intenso. Para llevar en el bolso en el día a día, sí me parece recomendable.

Este rizador es algo más abierto que el de Nars y va mejor para los ojos más achinados, como es mi caso. Es ligeramente mas "resistente" en el sentido de que hay que hacer más fuerza que en los anteriores y a mi esto me gusta porque quiere decir que la almohadilla es más dura y nos permite rizar más.

Es bastante ligero y viene con un recambio. Cuando lo he ido a cambiar es cierto que me ha costado más que con otros porque viene más curvado y hay que extenderlo ligeramente pero el proceso es muy sencillo en cualquier caso.

Este rizador de pestañas de Sephora lo probé hace ya tiempo y la verdad es que me gustó mucho por su durabilidad. Las almohadillas no tienen por qué cambiarse con demasiada frencuencia porque el rizador funciona largo tiempo con ellas.

Está disponible en fucsia y quizá lo que menos me gusta es que la almohadilla no es negra. Es verdad que en nigún caso se debe usar rizador sobre la máscara de pestañas y que entonces parece imposible que se manche pero sí lo hace con las sombras de ojos (que sí se han de aplicar previamente) o en contacto con cualquier otro producto en el neceser. Sin embargo, creo que es mi única pega.