La movilidad dentro de la ciudad se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los españoles. Y es que, a la peligrosidad de viajar en transporte público -por la alta posibilidad de contagio-, se unen todos los problemas de contaminación, atascos y la dificultad de aparcar que supone moverte en vehículo privado. Una tarea que se complica durante el invierno, cuando la nieve y las lluvias pueden convertir cualquier trayecto en un verdadero desafío.
Ante un panorama de estas características, ha surgido la necesidad de buscar nuevas alternativas. Una de las más populares son las bicicletas, un medio de transporte ecológico, práctico y con el que además ayudas a tu cuerpo a ponerse en forma. Pero, ¿y si te dijéramos que existe una alternativa mucho más cómoda, que no ocupa apenas espacio en casa y no requiere ningún esfuerzo? Sí, hablamos de los patinetes eléctricos, lo último en tecnología para moverte de la forma más cómoda y sistenible, y en este artículo vamos a ayudarte a elegir el modelo más apropiado para ti.
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¿Qué tipos de patinetes existen?
Según la velocidad que puedan alcanzar, los patinetes eléctricos se dividen en tres grupos: tipo A, con una velocidad inferior a los 20 kilómetros por hora; tipo B, que pueden alcanzar los 25 kilómetros por hora y están regulados por la DGT, aunque no es necesario seguro ni matriculación; y los de tipo C, con una velocidad de 45 kilómetros por hora, que deberán estar matriculados y se engloban dentro de los vehículos tipo scooter.
¿Qué debo tener en cuenta para elegir un buen patinete eléctrico?
- Que tenga una buena potencia, lo cual te vendrá muy bien para subir cuestas o pendientes.
- La autonomía, es decir, los kilómetros que es capaz de recorrer sin necesidad de recargarlo.
- Si tienes poco espacio en casa, el peso, las dimensiones y la posibilidad de plegarlo o no serán factores de gran importancia para ti.
- Los materiales empleados en su fabricación, el sistema de frenos o la iluminación son detalles que influyen directamente en tu seguridad y debes tener muy en cuenta.
- Muchas personas consideran que el diseño es muy importante, pudiendo ser el motivo que determine su elección final.
- Para terminar, pero no por ello menos importante, el precio es una variable determinante.