Siete cavas fresquitos y deliciosos para cualquier hora del día

De origen valenciano y ecológico es este cava brut elaborado con dos de las variedades de uvas blancas que Manuel Manzaneque ha trabajado durante su larga trayectoria en el mundo del vino: Macabeo y Chardonnay. Una excelente materia prima que nos da como resultado un vino espumoso agradable, fresco y floral, con una crianza de doce meses, una burbuja muy fina y una espuma persistente. Tiene un intenso aroma a frutas blancas, como la pera y la manzana.

¿Para cuándo? Este es el cava que elegimos en el clásico tándem: vino espumoso blanco y mariscos o pescados.

Este cava, elaborado en Requena (Valencia) con uvas 100% Chardonnay, es uno de los vinos espumosos que más nos gusta para el verano. Es refrescante (se debe servir entre los 6-9 °C de temperatura), tiene menor cantidad de alcohol que otros muchos compañeros (entre 11-12% vol.), lo que hace que suba más despacio y menos calorías.

¿Para cuándo? Para platos con pescados grasos, carnes blancas, guisos marineros y verduras al horno; pero siempre, frente al mar.

El Cava Mirgin Laietà Rosé cambia de color según su añada. Empieza con un color teja pálido, con mucho aroma a frutos rojos y a unas deliciosas violetas. Su burbuja es fina y, tras una larga crianza, se torna sabroso y persistente. Todo ésto gracias a las propiedades de la uva de variedad Mataró, con un trasfondo de almendras que encontrarás al final.

¿Para cuándo? Como aperitivo, acompañado de algún entrante con base de pescados ahumados, azules o un queso de pasta blanda.

Este cava de color rosa pálido, parecido al que tiene la piel de una cebolla, es ecológico e ideal para empezar cualquier comida co un ligero y afrutado aperitivo. Está elaborado con uvas 75 % Macabeo y 25 % Pinot Noir que han sido cultivadas en unas viñas que llevan en la familia Torelló desde 1935, en Gelida, en el Alt Penedès. Su sabor es seco y firme, pero con una entrada en boca muy golosa y cierto toque de semillas de fresa.

¿Para cuándo? Es el que más nos gusta para degustarlo solo en el aperitivo. Pero también puedes acompañarlo de un buen plato de pasta italiana.

El cava brut Anna de Codorniú, que todos conocemos porque aparece por casa en Navidad, se reserva uno de sus mejores espumosos para el verano: Blanc de Blancs Reserva. Cremoso y amplio, los que lo elaboran aseguran que es uno de sus cavas más vivaces, frescos y con un delicioso aroma frutal. Que es, al final, lo que le pedimos a una copa en verano.

¿Para cuándo? Aunque combina a la perfección con verduras, pescados y mariscos, te animamos a que lo disfrutes con una buena carne a la brasa o que, si te atreves, lo dejes para el postre. Pero es un cava elaborado para celebrar y brindar, con lo que descórchalo en familia.

Con D.O. Penedés, este cava extra brut reserva ha sido elaborado con el método más tradicional -el champenoise- y con una segunda fermentación en botella a partir de un conjunto de vinos base de las propias fincas de Colet (aunque su vino de base es un Chardonnay, tiene cierto deje proveniente del sur, gracias a la Manzanilla). Tiene una crianza bastante larga y es muy seco, con prácticamente cero azúcar residual.

¿Para cuándo? Es el cava perfecto para maridar con aperitivos bien estructurados, carnes blancas o un buen plato de queso.

Si queremos un cava pensado por y para el verano tenemos que quedarnos con éste: Freixenet Ice Rosé, de aroma intenso a frutas del bosque, frambuesas, endrinas y fresas. Por lo tanto, un vino espumoso muy afrutado y con cierto final dulce que ha sido concebido por los propios enólogos de la casa para servirse directamente como un mixer. Eso sí, de obligado cumplimiento es hacerlo en copa amplia y con mucho hielo.

¿Para cuándo? Es perfecto como cóctel de media tarde o para acompañar postres a base de hojaldre, helados de frutas y quesos cremosos.