Esto es todo lo que necesitas para preparar los postres más sanos y fresquitos

Si eres de las grandes apasionadas de los helados, seguro que ya has probado y tienes tus recetas de base. Pero si quieres descubrir todas las opciones que tienes (más allá de la vainilla, la fresa y el chocolate), no puedes prescindir de este recetario en el que, con un sencillo paso a paso, consigues las más deliciosas combinaciones. Además, hay de todo: desde refrescantes polos, hasta tartas heladas por si tienes invitados o helados rápidos para conseguir tener un postre siempre listo en tu congelador.

¿Te acuerdas de esos helados de hielo, con muchos colores, llamados Calippos? Ahora puedes hacerlos en casa si te haces con unos moldes como estos de silicona de grado alimenticio, sin BPA, ecológicoS, reutilizableS y duraderos. Porque la forma, la ponen ellos. Son muy fáciles de usar y, una vez congelados, tan solo tendrás que ponerlos debajo del grifo de agua para conseguir que tu helado salga poco a poco. Se pueden meter en el lavavajillas y admiten, desde zumos de frutas hasta batidos de chocolate para conseguir el helado de tu sabor favorito. Haz con ellos estos polos de ciruela y naranja.

Los helados son, para muchos de los que intentamos ponernos serios con esto de la cocina, como el pan, una receta que nos genera bastante respeto. Sobre todo, porque darle la textura correcta nos es un poco complicado. Sin embargo, si dejas que lo hagan por tí, solo tendrás que preocuparte de los ingredientes. Esta heladera con compresor y capacidad de un litro tarda, exactamente, 30-40 minutos en tener tu helado de chocolate listo. Además, tiene un diseño compacto para que sea más fácil guardarla y un recipiente extraíble para facilitarte su limpieza.

Un postre, que puede convertirse rápidamente en un desayuno o merienda, son esos batidos de fruta triturada, servidos con hielo y una pajita. Exacto, hablamos de los smoothies. Y, en verano, es lo que más nos suele apetecer después de una comida algo más pesada de lo normal. Sírvelos, sobre todo si tienes invitados, en estas tazas con asa (para evitar calentar la bebida) y de cristal (para que se vea su colorido interior), dándole un toque de estilo a tu fiesta de verano, ya sea en el jardín o en tu pequeño balcón.

Si eres más de sorbetes o granizados que de la textura cremosa de un helado, en vez de con una heladera, lo mejor es que te hagas con una máquina para hacer sorbetes como ésta, perfecta para tus batidos más fresquitos. En tan solo siete minutos puedes conseguir tu postre favorito, aunque no te puedes olvidar de congelarlo después para tener éxito con el resultado. Es un utensilio económico, libre por completo de BPA y muy sencillo de utilizar.

Si nos paramos a pensar para encontrar el bocado refrescante más típico del verano, sin duda, la gran mayoría de nosotros escojamos un polo de hielo. Se pusieron de moda (de nuevo, porque siempre han estado ahí) hace un par de años y hacerlos en casa han sido siempre una opción. Utilizando vasitos de yogur o, por ejemplo, dando un paso más con unos moldes de silicona como éstos, con una gran capacidad (no te quedarás con ganas de más), apilables para que ocupen el mínimo espacio en tu congelador y con un libro de recetas para hacer postres saludables de frutas y otros muchos sabores; por si estos de sandía y kiwi que te proponemos no te convencen.

Un yogur puede ser un postre delicioso, sobre todo, si lo haces tú y le añades un extra. De chocolate, de fruta o de cualquier sabor que te haga querer hundir la cuchara cada día. Porque, además, si cuidas los ingredientes será siempre una opción saludable. Para hacerlos de una manera sencilla, hazte con una yogurtera compacta como está, con capacidad para siete tarros (te soluciona toda la semana) y un resultado perfecto, gracias al preajuste de la temperatura que puedes poner, el temporizador de hasta quince horas y su práctica maquinaria.

Una mousse es ese postre de origen francés con una textura que, aunque no tan sencilla de conseguir, gusta a todos. Además, permite una infinidad de sabores: desde el chocolate o el caramelo, hasta cualquier tipo de fruta. Empieza a practicar los movimientos envolventes que toda receta de este tipo necesita, porque el resultado es un postre bien fresquito, pues necesita de varias horas de refrigeración. Haz pequeñas raciones en copas como éstas; elegantes, pero de estilo rústico, con bordes finos y resistente al lavavajillas y al frío. Puedes utilizarlos para que se vea una original mousse de dos chocolates como ésta.

Para demostrarte que un postre de verano o un helado no está reñido con la salud, que igual eres de las que quiere luchar contra los elementos y seguir cuidando la línea en vacaciones, te vamos a dejar este libro en el que todas las recetas están elaboradas con ingredientes naturales y saludables. Y hay de todo: desde salsas divertidas para cubrir tus helados hasta toppings para incorporarlos a tu dieta como un desayuno más. ¿Una de las opciones que tienes dentro de sus páginas para ir abriendo boca? Un helado crujiente de fresa y ruibarbo o un pastel helado con brownies.

Si hay un postre totalmente saludable, muy rápido de hacer y, sobre todo, colorido, éste es, sin duda, el que se hace a base de frutas. En vez de trocearla y mezclarla en un cuenco o vaso, ensarta cada una de las piezas en palillos de brocheta tan divertidos como estos, con diseño en forma de piña 3D, dándole a tu mesa un estilo completamente veraniego y festivo. Son perfectas, por ejemplo, para una fiesta de cumpleaños en el jardín o la terraza. Y, si no, reinvéntalas para coronar unos cupcakes.

Las tartas son unos postres que también pueden bajar su temperatura, presentándose con el subtítulo de fría o semifría. Para ellas, también necesitas un molde adecuado. Lo mejor es que sea de silicona, antiadherente y a prueba de goteo, como este que te proponemos, que tiene además una base de cristal antirallado, resistente a los cortes de cuchillo, y perfecto para presentar directamente en la mesa, gracias a su sistema de cierre que te permite desmoldar sin dramas.

Mucho de los postres que hacemos en época estival, por no decir la gran mayoría de ellos, vienen en dosis pequeñas y solemos guardarlos previamente en el frigorífico (suelen ser fríos). Además, su textura no suele ser muy sólida. Por eso, tener en el armario unos cuantos cuencos como éstos, te sacarán de más de un apuro. Están realizados en plástico respetuoso con el medio ambiente, tienen un diseño (por qué no decirlo) muy glitter y viene con su cucharita para facilitar su consumo. Puedes utilizarlos para una crema fría dulce o para una saludable y refrescante macedonia de fruta.