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Aprende a elaborar tu propia pasta fresca en casa con estos utensilios de cocina
Tú eliges la variedad y nosotros te contamos qué necesitas para conseguir un resultado profesional
A todas nos gusta un buen plato de pasta. Ya sean unos sencillos espaguetis con mucho tomate, una deliciosa lasaña de carne o rellena de verduras y queso, todos ellos son platos con los que el acierto está asegurado. Sin embargo, pocas veces nos paramos a pensar que, dedicándole un poco más de tiempo, es posible alcanzar la categoría de chef con este plato que, seguramente, entra en tu dieta una vez a la semana. Para ello, solo tienes que ponerte manos a la obra y animarte a hacer tu propia pasta fresca en casa. Además, así, controlarás mucho mejor los ingredientes y las cantidades. Para ayudarte y convertir esta tarea en una más sencilla, a continuación te contamos todo lo que vas a necesitar para conseguir un resultado digno de restaurante, con alguno de esos utensilios que te harán la vida más fácil en la cocina. Puedes empezar por lo más básico, como un rodillo con diferentes longitudes, o lanzarte directamente al kit entero de cortadores, secadores de pasta y máquinas manuales o automáticas. ¡Tú eliges!
Aunque sean manuales, este tipo de máquinas facilitan (y mucho) la tarea de estirar la masa y cortarla, siguiendo siempre las formas y grosores que los accesorios de la propia máquina permiten. Por eso, es muy importante tomar una decisión final de compra teniendo en cuenta esos accesorios. Modelos hay muchos, pero si te interesa el mundo de la pasta, lo mejor (como siempre) es invertir. Y hacerlo en una italiana, como ésta de Imperia, referente en este tipo de gadgets, fácil de usar y con seis espesores diferentes y dos tipos de pasta: tallarines y fettuccini.
Si tienes un cortador para pasta clásica, no es mala idea hacerse también con un cortador de pasta rellena, estilo ravioli, ya que, como el rodillo cortador, luego podemos utilizarlo para la repostería, dando forma a las galletas. Este juego con tres estructuras diferentes es perfecto, porque es sencillo y fácil de usar, y además sellan con un resultado final muy bueno. Su mango es de madera.
Como ya te hemos comentado, las máquinas de pasta ofrecen multitud de accesorios. Por lo que lo mejor es que escojas una con la que luego puedas ir añadiendo, por ejemplo, moldes para ravioli o espaguetis, entre otras muchas opciones. Las marcas italianas suelen tener un gran repertorio, así que aprovecha y hazte con un par de ellos. A nuestros expertos en cocina les gusta mucho éste para la máquina Imperia con el que podrás hacer gnocchetti, fabricado en cromo y madera.
Si quieres empezar por algo básico, no es necesaria una máquina y todo un arsenal de accesorios. Por el contrario, puedes hacerte con herramientas de cocina más económicas y que, además, pueden servirte después para tus recetas de repostería. Un rodillo cortador para dar forma a la pasta sí puede ser un básico, como este de plástico, sencillo de usar y de limpiar, con un mango ergonómico para deslizar sin presionar.
La cocción es el último paso en nuestro proceso de creación de pasta casera, pero no por ello el menos importante. De él depende gran parte del resultado final. Sí, seguro que tú también adoras esa palabra que se pronuncia al dente. Un consejo para conseguir ese punto de cocción, además de usar una olla específicamente diseñada para ello como ésta, es utilizar siempre agua salada que llegue a ser seis veces el peso de la pasta. Con esta olla, fabricada en aluminio prensado y lacada en silicona, podrás escurrirla sin dificultad.
Si no sabes muy bien por dónde empezar, aún a pesar de que nuestro equipo de ¡HOLA! Cocina es fanático de la pasta elaborada en casa con mucho mimo y te cuentan cómo hacerla paso a paso, no está de más que te hagas con un libro en el que hablen los expertos. En este recetario, las hermanas Simili te enseñan las técnicas y las recetas más tradicionales de la pasta fresca hecha a mano, al auténtico estilo italiano, con un rodillo tradicional, harina, huevos y paciencia. Además, trae muchas recetas, todas ellas sencillas y para hacer sin apenas herramientas.
Un utensilio no básico, pero sí muy útil, es este secador de pasta de madera. En realidad, muchos de los que ya se han atrevido con esto de la pasta casera, suelen utilizar el respaldo de una silla. Y es que, la pasta que hacemos en casa debe secarse antes de poder ser cocinada. Por tanto, o lo haces sobre un paño de tela limpio (la opción más rústica) o colgada en el tendedero. Aunque, para ser un poco más profesionales, no está de más que si empiezas a aficionarte a esta práctica, te hagas con uno como éstos. Es desmontable, de madera resistente y puedes limpiarlo con un paño húmedo.
Puedes escoger un cortador de pasta rellena clásico o un molde como éste, con orificios en forma de ravioli, que te servirán además para tus creaciones reposteras. Es la opción perfecta si no eres muy experta en esto de la pasta casera, porque es antiadherente (lo que te facilita mucho el ir separando las piezas), se puede limpiar en el lavavajillas e incluye un rodillo de madera para moldear bien tu masa antes.
Si no dispones de mucho tiempo y prefieres ahorrarte trabajo manual, lo que tienes que hacer es invertir en una máquina automática como ésta, que te permite hacer pasta fresca de una manera muy sencilla, incluso unos macarrones (quizás, la pasta corta más difícil de conseguir en casa). Dispone de una mezcladora automática y cuatro discos diferentes de moldeado. Simplemente tienes que añadir la harina y el agua y dejar que haga magia.
Rodillos clásicos hay multitud de ellos: de madera o de materiales más ligeros, con diferentes alturas y longitudes, etc. Sin embargo, para esto de la pasta, elige uno ajustable como éste, con las medidas por colores y fabricado en madera de haya. Porque la tarea de estirar la masa ya te será demasiado costosa, intenta facilitar todas las demás tareas. Después de amasar y estirar, tendrás que cortar con un cuchillo la pasta y dejarla secar. Es mucho más manual que las demás opciones.