Empieza a comer bien de verdad con estos utensilios de cocina saludable

Si prefieres mantener algo de textura en tus zumos, pero no llegar a la propia del smoothie (en estos nos pueden quedar trocitos), tienes que hacerte con una licuadora básica, con una cuchilla que separa la pulpa y el líquido de los vegetales para obtener un zumo más fino. Esta es válida para frutas y verduras, con filtros de acero inoxidable compatibles con lavavajillas y una capacidad que te permitirá extraer hasta un litro de zumo de manera rápida y práctica, gracias a su boquilla de autoservicio. El zumo saldrá totalmente limpio de semillas.

Tomar una infusión es una práctica que sueles dejar para después de una comida copiosa, pero no debes olvidar que son grandes aliadas para mantener una dieta equilibrada y, además, ayudarte a calmar la ansiedad. Desde un té verde o blanco cada mañana hasta una infusión de camomila o valeriana por las noches para descansar, sus propiedades pueden potenciar la depuración del organismo o mejorar el tránsito intestinal si contienen, por ejemplo, hinojo. Por eso, contar con una tetera eléctrica te ayudará a recordar este ritual tan beneficioso. Esta tiene una gran capacidad, un filtro de metal para el agua y un tamaño perfecto para que no nos moleste en la encimera de la cocina.

Si quieres conseguir platos tradicionales de una forma sencilla y sana, pero te falta tiempo, puedes recurrir a la versión eléctrica de las antiguas cazuelas que usaban nuestras abuelas y se llaman slow cookers u ollas de cocción lenta. Y, entre todas las que existen, Crock-Pot fue la primera en aparecer, allá por los años 70 en Estados Unidos. A nosotros, sin duda, es la que más nos gusta: con capacidad para tres o cuatro raciones, te permitirá crear platos asados o estofados, cocinadas a una muy baja temperatura (para preservar los nutrientes) con tiempos prolongados, pero sin tener que estar pendiente de apagar el fuego.

Como siempre, iniciarnos en algo suele ser complicado o, al menos, algo más trabajoso de lo que nos gustaría. Por eso, si hablamos de facilitar las cosas, un libro de cocina con recetas y consejos es casi esencial. Con este escrito por Diana Henry, conseguirás comer de una manera más ligera, saludable, pero siempre deliciosa. Su autora te propone comer con menos carne y aligerar los platos aumentando la proporción de verduras, pescados y algunos cereales. Con un estilo muy claro, te ayudará además a entender las verdaderas características de los hidratos de carbono, las grasas saludables o a experimentar nuevos sabores a los que no sabemos sacarles todo su beneficio. Eso sí, su cocina está muy influenciada por la gastronomía de Oriente Próximo y Extremo Oriente. Prepara tus especias.

Te parecerá una tontería, pero contar con una aceitera con infusor te hará olvidar todas esas salsas comerciales que no son más que una fuente de calorías y grasas poco saludables. Sin embargo, si aprendes a darle sabor al aceite de oliva o, incluso, a tu vinagre, se te abrirá todo un mundo de aromas para el paladar. Tan sencillo como incorporar en esta aceitera con infusor un poco de romero o tomillo y tu ensalada será aún más deliciosa. Y te animamos a que lo hagas, créenos, con unos granos de café. Este infusor es antigoteo y desmontable, con lo que se queda como uno de nuestros favoritos.

Hay multitud de alimentos que pueden prepararse en una vaporera y que están realmente deliciosos, como las verduras y hortalizas, pero también carnes, pescados y legumbres. Y aunque existen opciones económicas fabricadas a partir de silicona o de bambú (muy típicas en la cocina asiática), hacerte con una eléctrica como esta te ahorrará tiempo y te ayudará a mantener el sabor natural de los alimentos, sin añadir aceites, grasas o calorías extras a nuestros platos. Además, consigue no mezclar olores ni sabores gracias a sus tres recipientes apilables.

Si te encanta la televisión o ver películas en casa, incluso ir a una sala de cine y hacerte con uno de esos inmensos cubos de palomitas, quizás tengas que empezar a pensar que las que nos venden suelen contener mucha sal y mantequilla. Ingredientes que, en exceso, son perjudiciales para nuestra salud. Por eso, la solución no es no volver a comer palomitas nunca más, sino hacerlas caseras, con granos de maíz al natural. Esta palomitera es muy fácil de limpiar, tarda unos tres minutos en tenerlas listas y permite añadir especias, como el tomillo o el orégano, a la propia máquina para un resultado más sabroso.

Los zoodles son espaguetis vegetales que te permiten introducir verduras y hortalizas en tu dieta de una forma divertida y diferente. Los más famosos son los que se hacen a partir de calabacín, que suelen vender ya en muchos supermercados, pero opciones hay muchas, por ejemplo, usando zanahorias. Y los puedes hacer a la plancha, crudos o cocidos. Admiten cualquier tipo de salsa y tan solo necesitas un rallador como este: fácil de guardar y usar, con el tamaño perfecto y apto para cualquier vegetal.

Últimamente no paras de escuchar que los zumos no son buenos. Pero esto no es del todo cierto. No es que sean perjudiciales, sino que es preferible comer la fruta entera, por el contenido de fibra que eliminamos al quitarle la piel. Sin embargo, de vez en cuando, te apetece un vaso lleno. Estas máquinas disponen de una prensa que ni se caliente ni oxida la fruta, por lo que consigue mantener más nutrientes en el resultado final, mayor cantidad de zumo extraído y una mayor conservación. Esta, además, es multifuncional gracias a la cantidad de filtros que lleva, siendo adecuada para frutas, verduras e, incluso, helados. Por cierto, apenas hace ruido.

Una opción interesante si quieres comer sano, pero no tienes demasiado tiempo o se te ha echado encima la hora de la cena, es hacerte con un estuche de vapor para microondas como este. Suelen estar fabricados con silicona, son muy fáciles de limpiar y aptos para lavavajillas. Sus instrucciones de uso se resumen en meter los ingredientes en el interior, echar un poco de agua y calentar en el microondas el tiempo indicado en cada receta. Perfecto para platos de verduras al vapor.

Preparar yogur de una forma casera es algo sencillo y saludable. Además, las máquinas fabricadas para ello son bastante económicas y nos permiten tener una buena cantidad de este producto listo para disfrutar. Acuérdate de que las bacterias que nos aporta un yogur son necesarias para mantener nuestra flora intestinal en un nivel óptimo, como hacen también, entre otros alimentos, los encurtidos y fermentados. Esta yogurtera incorpora varios tarros con el tamaño perfecto para crear las raciones diarias que necesitas.

Encontrar un pan de calidad es bastante difícil hoy en día. Los panes de supermercado suelen ser congelados y cuando nos acercamos a la panadería del barrio nos damos cuenta que hablar de panes integrales, de masa madre o sin gluten es tarea complicada y debemos ser más bien cautos con lo que nos ofrecen. Por eso, una buena manera de empezar a controlar los ingredientes de tu barra diaria es hacerte el tuyo propio. Y aunque puedes hacerlo con tu propio horno, no está de más que te hagas con una panificadora para que el proceso sea más rápido y sencillo. Al final, es un producto de consumo diario. Croustina, por ejemplo, es una de los últimas en llegar al mercado y sus opciones son tan variadas que no creemos que te dé tiempo a probarlas todas en un año. Además, hace masas y mermeladas con un resultado igualmente perfecto.

El proceso de deshidratación es otra opción si quieres mantener una alimentación equilibrada sin que te llegue a cansar. Estas máquinas extraen el agua de los alimentos sin alterar sus propiedades, trabajando a temperaturas de unos 42 - 45 °C, lo que consigue mantener todas las enzimas y nutrientes de los alimentos. Con ella puedes hacerte tentempiés muy saludables a base de fruta, chips de verduras, crackers o, incluso, setas como guarnición de tus platos de pasta o ensaladas favoritas. Esta es una de las mejores que encontrarás en el mercado, trabajando por niveles.