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Los 12 utensilios que necesitas para hacer el pan más sabroso en casa
Aunque esto de la panadería tiene bastante ciencia, empieza comprando todos los ingredientes y herramientas que necesitas
Hacer pan en casa puede ser algo muy gratificante o convertirse en un completo desastre que te haga renegar de la repostería en general, y de la panadería en particular. Y todo en cuestión de una hora de horneado. Si quieres evitar el segundo caso, es muy imporatnte que te hagas con los ingredientes y herramientas básicas para crear tu propio pan. Algunas son imprescindibles, otras mejoran el proceso y conseguirán que el resultado se parezca mucho al que compras en el obrador artesano cada domingo.
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Lo primero que necesitas son muchas ganas, paciencia y una buena receta, además de conocer al máximo tu horno. Con esta base, los ingredientes que necesitas son: una buena harina (del tipo que quieras), agua, levadura y sal. Como herramientas, todo buen panadero te diría que las que no pueden faltar son, además del horno: boles específicos, paños de lino, una rasqueta y una báscula.
Otras, como los moldes, los banetones, una amasadora, un vaporizador para humedecer la masa (ten en cuenta que los hornos domésticos producen un calor muy seco) o una rejilla para enfriar, no son indispensables, pero sí que te harán la vida mucho más fácil aunque te supongan algo más de inversión. Si estás dando tus primeros pasos en esto de la panadería, nuestros expertos en cocina te recomiendan que, al menos, cuentes con estos.
Lo primero e imprescindible, además de tener a mano todos los ingredientes, es contar con un buen manual de instrucciones. Xavier Barriga es un maestro panadero que en su día quiso desvelarnos todos los secretos que tiene la harina y cómo, con ella, podemos elaborar desde los panes más clásicos hasta los más crujientes y hojaldrados. Esta guía, actualizada para esta edición, te explica a través de ilustraciones los paso a paso, soluciones prácticas a problemas que puedan surgirte o recetas específicas para celiacos e intolerantes. Es tan completa que es perfecta para comenzar.
Los banetones son esos recipientes en los que dejamos la masa para que leude. No es que sean esenciales, puedes utilizar otros boles o cuencos grandes que tengas por la cocina; pero, con ellos, conseguirás que la masa crezca respetando su forma. Aunque los hay de diferentes tamaños, formas y materiales, con este modelo redondo conseguirás un pan de tipo hogaza. Eso sí, antes de usarlo, imprégnalo bien de harina.
Aunque no es indispensable, quizás no es mala idea que, en tus primeros pasos en esto de la panadería, te ayudes de una panera de silicona -fácil de usar y de limpiar-, con la que pesar, amasar y cocer el pan de una vez. El molde debe resistir bien el calor, con temperaturas que pueden llevar hasta los 240 º C y ser maleable, como este de Lékué.
Una balanza, si es digital mucho mejor, es uno de las herramientas más importantes si hablamos de meternos en la repostería o, como en este caso, la panadería. Una variación mínima de la cantidad puede ocasionarte un resultado desastroso. Por eso, aunque ya tengas cogida la medida a tus ingredientes, no está de más que lo peses siempre para dar con el número exacto. Incluso puedes hacerlo con los bollitos de pan antes de meterlos en el horno. De esta forma, te asegurarás de conseguir porciones iguales y que se cuezan de manera homogénea.
Otra de las herramientas indispensables es un bol o cuenco que sea lo suficientemente grande como para mezclar bien los ingredientes y, a su vez, poder darle una primera forma a nuestra masa. Lo mejor es que pueda contener alrededor de un kilo de masa, que sea de acero inoxidable, plástico duro o, como este, de cerámica; pues podrás dejar que la masa leude y llevarla directamente al horno para que cueza.
Esta herramienta, de las más económicas en esto de la panadería, te servirá para mucho más de lo que te imaginas. Con ella podrás mezclar en un primer momento los ingredientes en el bol, trabajar la masa en la encimera (ayudándote a despegarla) y, además, cortar tus pequeños bollitos para darles forma y meterlos en el horno. Además, guárdala también para tus creaciones en repostería. Una vez aprendas a usarla, será una prolongación de tus manos.
Las piedras de hornear, que generalmente se venden para pizza, nos ayudan a que el pan comience a hornearse en cuanto lo metemos, por lo que conseguiremos una corteza final mucho más crujiente. Ten en cuenta que debes precalentarla antes de introducirla en el horno, pues si no, el pan puede quedarnos muy blando por debajo. Y no la limpies nunca con jabones, su superficie suele ser porosa y se impregnará de olores que luego transmitirá a tu pan.
Una de las partes más complicadas a la hora de hacer pan es conseguir el amasado correcto. Por eso, quizás no te venga mal hacerte con una máquina amasadora que te ayude con el proceso. Además, este tipo de gadgets suelen ser muy versátiles y pueden trabajar todo tipo de masas, desde bizcochos hasta hojaldres e, incluso, helados en el verano.
Y si quiere dar un paso más y lo de hacer pan se está convirtiendo en una rutina semanal, invierte en una buena panificadora. Más que nada porque te permite desarrollar todo el trabajo, desde la mezcla de ingredientes hasta la cocción del pan, en un mismo sitio. Además, si necesitas hacer pan sin gluten, estas máquinas son perfectas, pues suelen ser masas muy hidratadas difíciles de trabajar.
Otra cosa también importante es tener paños específicos para cuando metas las manos en la masa. Pues el pan los necesita para cubrir su masa mientras esta reposa y empiezan a leudar. De todos los materiales, el lino es el más recomendable. Y no los utilices para otras cosas ni los laves con jabones, pues podrán impregnarse de los olores de otros alimentos, del propio detergente y suavizante.
Aunque puedas utilizar los propios paños de lino como moldes, tus cuencos o banetones, no está de más que cuentes también con un buen molde para esas ocasiones en las que te apetece un pan de tipo baguette o una barra de las de siempre. Además, podrás hacer varios a la vez, aprovechando bien el calor de tu horno.
Por último, una herramienta económica y que al final agradecerás, es un cortador de pan de molde, en el caso de que lo tuyo sea hacer este tipo de pan en casa. Las rebanadas quedan perfectas y, por lo general, se ajustan a todas las medidas y vienen con un contenedor para mantenerlo lo más fresco posible.
Los precios indicados así como la disponibilidad de los productos están actualizados a la fecha de la última actualización de este artículo.