Todo lo que necesitas para organizar la mejor 'fondue party' en casa

Los mejores quesos para elaborar una fondue son los artesanales y naturales que se elaboran en Suiza, como este Le Gruyère AOP, que no lleva ni aditivos ni conservantes (por ley, en este país, está prohibido). Se fabrica de manera artesanal, no contiene ni gluten ni lactosa y su sabor delicado encierra un aroma bien potente que lo hace perfecto para disfrutarse caliente, con un poco de pan y un buen vino.

Además del queso, tenemos que contar con otra serie de alimentos para poder hundirlos bien. Como la presentación siempre cuenta en el mundo de la gastronomía, lo ideal es contar con un plato de base giratoria como este, que además está elaborado en bambú natural, que lo hace resistente y duradero. En él podrás poner, los pequeños aperitivos -aceitunas, tacos de salami o jamón y encurtidos- que suelen acompañar a toda fondue.

Esta fondue, elemento indispensable, está fabricada en acero inoxidable, pero tiene el soporte de madera y los cuencos de cerámica, para intentar ahorrarnos quemaduras y dejar que cada invitado tenga un lugar en el que depositar sus creaciones. Con un diseño elegante, no deja de presentarse como un auténtico clásico.

Y si nuestro grupo de amigos es bastante grande y no nos llega con los cubiertos que suele traer la propia fondue, tendrás que contar con algún otro, porque no valen los que usamos a diarios. Intenta, además, que vengan con algún símbolo distintivo, para que, una vez hundidos en el recipiente, cada uno sepa cuál es el suyo. Estos, por ejemplo, están pintados en diferentes colores.

Si contamos con una bandeja para aperitivos, ¿no tendremos que tener a mano también una buena cesta de pan? Así, conseguiremos que este no se desperdigue por la mesa. Además, ponte ecológico y elige este realizado con materiales sostenibles, elaborado 100% en algodón y yute natural.

Tener algunas de las herramientas necesarias para la fondue de manera duplicada puede ser todo un acierto. En este caso, te recomendamos que lo hagas con el infernillo. Tiene que ser universal, para que puedas utilizarlo en todo tipo de soportes, y que admita tanto geles como alcoholes de combustible.

Y si tienes un duplicado de tu infernillo, ten también preparadas varias pastillas de gel para fondue, pues nunca sabes todo lo que pueda alargarse una cena, sobre todo, cuando hay vino y queso de por medio. Además, los que vienen en formato gel son mucho más cómodos que los alcoholes líquidos.

Si lo que te apetece es una fondue de postre, como las que suelen hacerse de chocolate (la versatilidad de esta joya gastronómica suiza es más grande de lo que parece), hazte con una específica para el evento. De esas en las que ves caer el chocolate y todo se ve mucho más apetitoso. El tipo de chocolate lo eliges tú.

Otra opción interesante es ahorrarte todos los geles, alcoholes y fuegos (quizás, entre tus invitados, hay niños) y prefieras decidirte por una eléctrica, en la que calentar tanto el queso como el aceite o el chocolate de una forma rápida y segura. Este tipo de fondues son perfectas, por ejemplo, si nos decidimos por hacerla en el jardín.

Por último, puedes haberte hecho ya un experto en fondues y querer dar el paso siguiente. En ese caso, te toca organizar una raclette party. Y hacer un dos en uno. Con el queso también como ingrediente base, en esta ocasión tendrás que cortar el queso en delicadas lonchas y depositarlas en pequeñas planchas individuales que las van calentado poco a poco.