Ojalá tener tiempo para ir a casa a mediodía, comer tranquilamente y volver a la oficina. Pero ni la distancia que nos separa del trabajo ni los tiempos de pausa cada vez más cortos nos lo permiten. Paramos apenas unos quince minutos para comer, por lo que salir a comer a bares y restaurantes también es una práctica que, poco a poco, se va perdiendo. Por eso, y porque nos hemos dado cuenta de que la comida casera sabe mejor y es mucho más saludable.
Desde el equipo de ¡HOLA! Cocina intentamos cumplir con esta máxima (algunas veces, lo conseguimos; otras pocas, no), evitando los dramas porque se nos ha derramado la salsa en el bolso o porque el microondas de la oficina lleva días sin funcionar. Con el táper como el elemento indispinsable, hemos creado esta selección de gadgets que nosotros mismos usamos en la redacción para comer rico y sano también en la oficina.
-Los mejores libros de real food para comer bien
Hermético y en turquesa
La marca Lékué ha convertido la silicona en el material indispensable en muchos de nuestros accesorios de cocina. Un material que también está presente en este práctico recipiente, 100% hermético con dos espacios bien divididos, una tapa extra y una banda para unirlo todo y facilitar su transporte. Así, podremos poner un primer plato en el de arriba y un segundo en el de abajo, o contar con un plato único, pero completarlo con las dos o tres piezas de fruta diaria que necesitamos. Es apto para lavavajillas y microondas, además de contener una válvula integrada que nos permite abrir el recipiente y calentarlo directamente. Perfecto para esos días en los que un solo plato no es suficiente.
Elaborado con paja de trigo
Este lunch-box de Kateluo es perfecto para los más pequeños de la casa, pero también para nosotros. Con una gama de colores pastel muy atractivos, lo mejor de estos recipientes es que están elaborados en paja de trigo, un novísimo material ecológico que te ayudará a ser más sostenible. Además, es muy práctico, gracias a los tres compartimentos diferenciados que impiden que los alimentos se mezclen o existan filtraciones. Una manera muy práctica para aprender a controlar también tu alimentación: una mitad para las verduras, un cuarto para tu ración de proteínas diarias y el otro para los hidratos de carbono. ¿Un ejemplo? Unas verduras al horno, un poco de arroz con especias y una pechuga de pollo al curry bien troceada, para que nos entre.
Termo para veduras
Seguro que aún te apetece disfrutar de esas cremas de verduras o platos de cuchara típicos de los meses más fríos, pero no tienes dónde calentarlo en la oficina. De ahí que un termo como estos, con interior de acero inoxidable, sea la opción perfecta para ti. Está sellado con una válvula de silicona, que impide que los líquidos se derramen, y mantiene la temperatura de tu comida intacta durante unas cinco horas aproximadamente. Y, al igual que conserva el calor, preserva el frío para cuando cambies esa crema de verduras por un gazpacho en apenas un par de meses.
Lleva la comida sin que se note
Tan importantes son los recipientes en los que guardas tus alimentos como la forma en que los transportas. Más de una vez nos hemos llevado las manos a la cabeza al ver todo el contenido desparramado por nuestro bolso. De ahí que contar con una bolsa porta-alimentos específica para ello resulte imprescindible. Este modelo, con un estampado precioso de la ciudad de Oporto, tiene el tamaño perfecto y, además, se aleja un poco de las aburridas bolsas monocolores a las que estamos acostumbrados.
Envasado al vacío
Fabricado en acero inoxidable, este lunch-box es resistente a las altas temperaturas y consigue aislar los alimentos de cada compartimento para mantener la comida fresca y a la temperatura de cada uno el máximo tiempo posible. El primer nivel está diseñado para una crema o sopa, pues está confeccionada a prueba de fugas; mientras que los dos restantes son para los alimentos sólidos. Además, viene con una especie de bolso con correas ajustables para que puedas lucirlo por la calle. Es perfecto para llevar tus recetas calientes favoritas.
Con aceite y vinagre
No hay aliño más saludable para tus ensaladas o cualquier otro plato de pasta o verdura, que un poco de sal, aceite de oliva virgen extra y vinagre. Por eso, no es mala idea tener siempre a mano ambos productos para condimentar bien. Están fabricados en silicona y, por su tamaño, puedes calcular perfectamente las porciones de aderezo o de cualquier otra salsa que quieras llevarte. Porque, a veces, también nos apetece una ensalada césar con su aliño más clásico.
Recipiente para salsas
Los aliños y salsas, sea cual sea el plato que has decidido llevarte a la oficina, siempre han de agregarse al final, para que los ingredientes no lo absorban todo y se nos quede seco. Por eso, llevar pequeños botes de cristal como estos, incluso dentro de nuestro recipiente, es todo un acierto para comer con sabor. Podrás llevar desde una emulsión clásica de aceite y vinagre, hasta otras salsas más espesas e, incluso, un poco de hummus para dipear o tu receta casera de especias sólidas.
Puro diseño
La fiambrera Bento está hecha también por inyección de paja de trigo, completamente respetuoso con el medio ambiente. De ahí que tenga hasta una ligera fragancia a este cereal. Pero lo mejor de todo es su increíble diseño, con unos colores preciosos y unos cubiertos que bien pueden servirte para una comida tradicional, con su cuchara y su tenedor, o una oriental, pues, por el otro lado, simulan unos palillos chinos. Podrás comer deliciosas gyozas hechas en casa, o llenar uno de sus recipientes con edamame, uno de los snacks más saludables, y comerlos al estilo asiático.
Con cubiertos de acero inoxidable
Para todos aquellos que necesiten incluir hasta los cubiertos en su lunch-box, hemos elegido este de Binoster con una cuchara y un tenedor de acero inoxidable. Su tamaño nos permite controlar bien las proporciones, su doble capa lo hace totalmente hermético y su diseño se inspira en las cajas japonesas tradicionalmente utilizadas para llevar comida a la calle. Un consejo, deja siempre que se enfríe la comida antes de meterlo en la nevera.
Bote cristal ensalada
Comer en tarro está de moda. Y más, si es una ensalada. Así puedes transportar tus alimentos por capas y darles un último movimiento en la oficina; impidiendo, por ejemplo, que los tomates empapen las hojas verdes. Hazte con una buena legión de tarros de cristal o plástico (si quieres disminuir el peso), con tapa hermética e impermeable. Además, éstos vienen con unas cucharas medidoras que te permitirán controlar las raciones.
El más hermético
Fabricado en Nueva Zelanda, este recipiente hermético es perfecto para aquellos que no se deciden entre comer en casa o llevarse la comida a la oficina, pues nos permite conservar los alimentos de manera individual. Además, su tamaño es perfecto para llevar en los bolsos más pequeños. Y es apto para lavavajillas, microondas y congelador.Este es el táper que muchas veces traemos a redacción cuando nos ha sobrado comida de otros días, pues te permite individualizar las raciones de ese batch cooking que has realizado el domingo en casa y en el que siempre suele sobrar algo.