Conviértete en una anfitriona de cine con estos 'gadgets' de cocina

Si hemos organizado una noche de cine, lo primero es, sin duda, contar con unas buenas palomitas. Y no las habrá mejores que las que hagas en casa, agregándoles ingredientes saludables y que te gusten -como puede ser un poco de tomillo si las quieres saladas o canela si eres de los que las prefieren dulces-. Esta máquina de hacer palomitas tiene una bandeja para agregar todas esas especias, es muy fácil de usar y limpiar y tarda exactamente tres minutos en tener tu maíz listo.

¿Por qué lo necesitas? Porque siempre te ha gustado el cubo en tamaño XXL y hacer ruido en una sala de cine.

Y si te has hecho con una máquina para hacerte palomitas, la noche no estará del todo completa si no cuentas con un buen cubo para ponerlas y dos vasos como los que venden en las salas de proyecciones. Porque si hacemos las cosas, las hacemos bien. Busca unos que sean de plástico, que puedas lavar y reutilizar y, ya que nos ponemos, que sean bonitos.

¿Por qué lo necesitas? Porque no hay dos sin tres, ni un cubo de palomitas sin una pareja de refrescos.

Y desde que las salas de cine llegaron al siglo XXI, no solo de palomitas ha vivido el cinéfilo, sino que ahora puede elegir entre una fuente de nachos rebosante de queso cheddar o unos perritos calientes. Si tú quieres hacer lo mismo, esta máquina de diseño retro es perfecta. Te permite cocinar las salchichas al mismo tiempo que calientas el pan y tiene cinco niveles de cocción, para que puedas elegir cómo lo quieres.

¿Por qué lo necesitas? Porque no puedes quitarte la imagen de Katherine Heigl en La cruda realidad (2009).

Si tú no eres de hot dogs, pero si de pizzas y de pedirlas a domicilio, ten al menos a mano un buen cortador, de acero inoxidable y con mango de silicona para que los cortes sean rápidos y precisos. No hay que perderse ni un minuto de la película, tienes que poner en ella toda tu atención.

¿Por qué lo necesitas? Porque tú eres más de Macaulay Culkin y de esperar al repartidor de pizza solo en casa.

Los hay que una sesión de cine es todo un evento o que invitan a su grupo completo de amigas para crear una noche de diversión con una buena copa incluida. Para ellos, una elegante coctelera, con su agitador, su colador, su jarra medidora y un libro de recetas para poner en práctica toda tu creatividad.

¿Por qué lo necesitas? Porque a ti quien te conquistó fue Tom Cruise en Cocktail (1988).

Si eres de los clásicos y te gustan esas cenas de sándwich mixto con mucho extra de queso derretido, nada mejor que una sandwichera como esta en la que la tapa se adapta al grosor de tu receta para que puedas imaginar cientos de bocadillos, quesadillas e, incluso, tostadas y hacerlos realidad.

¿Por qué lo necesitas? Porque te vas a preparar el sándwich de pastrami de Katz’s Delicatessen, la mítica cafetería neoyorquina de Cuando Harry encontró a Sally (1989).

Los s’mores son esas pequeñas nubes dulces que el séptimo arte nos han presentado siempre como uno de los ingredientes básicos en una reunión de amigos, sobre todo, si hay una hoguera de por medio. Se mezclan con chocolate y se encierran en dos galletas, para elevar su nivel de azúcar, y ahora puedes hacerlos en casa con este gadget que te permite no prenderle fuego a tu cocina y hacerlos de una manera limpia y sencilla.

¿Por qué lo necesitas? Porque eres fan del cine norteamericano y tienes claro que no hay fiesta sin unos marshmallows al fuego.

Quien no conozca a R2D2 o a BB8 es que no ha estado en este mundo en los últimos cuarenta y tres años, los mismos que nos ha durado la conocida saga de Star Wars. Y aunque el primero lleva desde entonces entre nosotros, el segundo lo hizo hace menos tiempo para crear una de las parejas más entrañables del cine (con permiso de C3PO) y este salero y pimentero. Tenlos a mano, para no tener que levantarte ni a por una pizca de sal.

¿Por qué lo necesitas? Porque tú eres fan de las grandes sagas y no entiendes el cine sin ellas.

Si más que hacia Estados Unidos y toda su factoría de ficción, eres de los que miran al otro lado, concretamente al continente asiático, quizás lo que te apetece es pedir comida china. Hazlo, pero hazlo igual de bonito que con las palomitas y come tu arroz tres delicias o tus noodles con estos palillos que son pura fantasía. Apenas pesan y son aptos para el lavavajillas.

¿Por qué lo necesitas? Porque tú quieres recrear la escena en la que Anne Hathaway y Jake Gyllenhaal ven una película en el suelo en Amor y otras drogas (2011).

Si prefieres cenar algo rico y casero, incluso vegano o vegetariano, haz tus propias hamburguesas y sírvelas con patatas fritas y todas las salsas que se te ocurran. Lo que apetece es comer con las manos. Un prensador es todo lo que necesitas para que, además de hacer todos los tamaños que quieras, consigas una forma de la carne de película.

¿Por qué lo necesitas? Porque a ti te dicen ‘cine’ y tú cabeza ve a Samuel L. Jackson en Pulp Fiction (1995).

Y si te has sumado a una de las últimas tendencias del momento, esa que nos lleva a buscar las mejores cervezas artesanas, seguro que prefieres una de estas bebidas a cualquier refresco. Hazlo mejor con un grifo de cerveza que mantenga la temperatura exacta, la presión continua que necesitas para tirarla como un auténtico experto y sea compatible con tu marca favorita.

¿Por qué lo necesitas? Porque tú puedes decir que has visto beber cerveza a la mismísima Sarah Jessica Parker en La joya de la familia (2006).