Los 10 mejores aceites de oliva del mundo (atención porque 8 son españoles)

Entre Bailén y Andújar, en Jaén, se cultiva el que ha sido denominado como el mejor aceite de oliva virgen extra del mundo. Cultivado a unos 400 metros de altitud, en la Sierra Norte, encuentra un equilibrio único entre lo afrutado, lo amargo y lo picante, con mucho aroma a plátano, manzana, cítricos y hierba recién cortada. Es perfecto para aliñar ensaladas, aromatizar verduras o mojar, como buen amante del aceite, con pan.

Procedencia: Jaén.

Variedad: picual.

Puntuación: 95 puntos.

Este aceite de oliva proviene de unas tierras con un microclima envidiable y casi tres mil horas de sol al año, lo que nos da uno de los mejores olivares del país, con productos muy equilibrados, tanto en aroma como en sabor. Extremadamente dulce, este aceite nos recuerda a la almendra y aromas tan deliciosos como las hojas de limonero o la albahaca. Es perfecto para aliñar ensaladas, rociar pescados blancos o comer en crudo con pan.

Procedencia: Córdoba.

Variedad: picuda, picual, hojiblanca.

Puntuación: 94 puntos.

Esta empresa, con una gran tradición olivarera que se remonta la siglo XVI, se cuela en el Top 10 de los mejores aceites de oliva virgen extra del mundo con esta variedad de sabor intenso, cierto aroma afrutado que es perfecto como ingrediente de tus postres, aliñar tus ensaladas o acompañar un buen queso.

Procedencia: Córdoba.

Variedad: hojiblanca.

Puntuación: 93 puntos.

Producido por una cooperativa que, desde 1970, se ubica entre los campos de Montiel y Calatrava, en Valdepeñas, aprovechando un clima privilegiado y poco corriente en La Mancha, este aceite es de recolección y maduración tardía, con un equilibrio entre amargo y picante, además de mucho sabor a aceituna verde y aroma a hierbas como la malva. Adereza con él pescados blancos y verduras, o utilízalo para tus postres.

Procedencia: Ciudad Real.

Variedad: hojiblanca.

Puntuación: 95 puntos.

En pleno corazón de la Sierra Magina, este olivar con una tradición que se remonta a 1953, se rodea de pinos, almendros y alcornoques para conseguir un aceite que se recoge directamente del árbol y se envuelve de un aroma a salvia y alcachofa, con cierto final dulce y matices muy complejos. Perfecto para ensaladas, pescados blancos y maridar con quesos.

Procedencia: Jaén.

Variedad: picual.

Puntuación: 94 puntos.

Un total de tres generaciones son las que llevan, desde antes de 1850, gestionando la almazara entre Jaén, Córdoba y Granada, donde se trabajan unos olivares centenarios con un mínimo impacto ambiental. Su aceite de oliva más premiado tiene un aroma intenso a aceituna verde, hoja de olivo y frutas como el kiwi. Además, por la presencia de notas a orégano, perejil y tomillo, es perfecto para las carnes rojas, los pescados blancos y el queso.

Procedencia: Córdoba.

Variedad: picuda, hojiblanca.

Puntuación: 93 puntos.

Situados a orillas del río Guadalquivir, estos olivares nos dan aceites de oliva virgen extra muy tempranos, pero con importantes reconocimientos a nivel internacional. En realidad, la edad media de sus parcelas supera los sesenta años. Este aceite, en concreto, tiene una entrada muy suave y afrutada, que nos recuerda a unos aromas vegetales mucho más complejos como la alcachofa o el pimiento verde. Es perfecto para cocinar con pastas, para acompañar quesos y, sin duda, para la repostería.

Procedencia: Jaén.

Variedad: picual.

Puntuación: 93 puntos.

Los huertos donde se encuentran estos olivares nacen en las vegas de unos ríos que riegan zonas de la provincia andaluza totalmente rurales, con una recolección que siempre se realiza la segunda quincena de octubre. En boca es un aceite de oliva muy dulce, pero también suave y armónico, con mucho aroma a frutas del bosque. Por eso, es perfecto para todo tipo de carnes rojas, para ensaladas y, sin duda, para mojar pan.

Procedencia: Jaén.

Variedad: picual.

Puntuación: 93 puntos.