Protege tu corazón en Navidad porque si no lo haces te puede dar un disgusto

La llegada de las navidades supone un reto cardiovascular para la mayoría de la población. Los excesos con la comida y el alcohol o el estrés y los disgustos lo ponen a prueba. Incluso existe el llamado infarto de Navidad. Te explicamos qué es y cómo prevenirlo.

Por Nuria Safont

¿Sabías que en invierno aumentan los problemas de corazón como el infarto? De hecho, las navidades parecen afectarle más de lo debido. Entrevistamos a la doctora Leticia Fernández Friera, jefe de la Unidad de Imagen Cardiaca de HM Hospitales, y al doctor Jorge Solís Martín, del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario HM Montepríncipe, ambos cardiólogos, investigadores del Centro Integral de Enfermedades Cardiovasculares HM CIEC y autores del libro ‘La salud de tu corazón', editorial La Esfera de los Libros. Esto es lo que nos han contado y así debemos proteger nuestro corazón en estas fechas y siempre. 

¿Por qué el frío afecta al corazón?

El frío puede actuar como un vasoconstrictor coronario, es decir, que puede favorecer que una arteria del corazón se pueda estrechar en determinados individuos que tienen una predisposición. Si a esto se suma que en esa arteria pueda existir ya una estrechez por acúmulo de colesterol, las bajas temperaturas pueden desencadenar algo ya subyacente que existía en el corazón en un estado silente. Además, el frío favorece la formación de coágulos a través de mecanismos complejos lo que en determinadas circunstancias puede favorecer la oclusión (estrechamiento) de una arteria.

Y en navidades, ¿por qué aumentan los infartos?

Así lo demuestran algunas publicaciones científicas de los últimos años. Durante la Navidad aumenta el riesgo de presentar una complicación relacionada con el corazón, en especial, los infartos y el empeoramiento de los pacientes que padecen insuficiencia cardiaca. Uno de los desencadenantes es el frío, como hemos dicho. Sin embargo, las estadísticas se repiten en aquellos lugares de clima cálido durante el periodo de navidad, por lo que tiene que haber otros factores implicados. Entre ellos debemos tener en cuenta que durante las navidades, una dieta con mucho más contenido en grasas, el aumento del consumo de alcohol o que el estrés emocional, pueden jugar un papel crucial. Otro aspecto a tener en cuenta es que estas fechas, ante cualquier dolencia, el paciente suele acudir más tarde al médico, ya que en muchas ocasiones achaca los síntomas de un posible infarto a una mala digestión, al estrés propio de las navidades o, simplemente, prefiere esperar a enero para pedir consejo.

¿Qué días son los peores?

Se ha comprobado que el día de Navidad, de Año Nuevo y los días posteriores a estos, son en los que se produce mayor aumento de complicaciones relacionadas con el corazón.

¿Por qué el estrés daña el corazón?

El estrés es uno de los factores de riesgo que actúa como causa en las enfermedades cardiovasculares y más en concreto las relacionadas con las arterias de corazón. Al igual que otros factores como la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia o el tabaquismo favorecen el desarrollo de arterioesclerosis, principal causa de infartos del corazón.

¿Y la soledad? ¿Puede perjudicarlo?

Aunque la soledad no se considera un factor de riesgo cardiovascular, aquellas personas que viven solas están más expuestas a estos factores de riesgo y, en este sentido, podría ser perjudicial de una forma indirecta al poder asociar patrones de vida menos cardiosaludables (vida sedentaria,  alimentación menos sana o incluso uso de sustancias tóxicas para el organismo como el tabaco o el alcohol u otras drogas...). Además, si uno está solo a veces pide ayuda más tarde lo que favorece que el corazón llegue en peores condiciones.

Si comemos más de la cuenta un día, ¿vamos a tener un problema de corazón?

Como es lógico las comidas ricas en grasas, propias de estas fechas, suelen afectar a las personas más vulnerables, es decir, aquellos que tienen más factores de riesgo. Como hemos comentado, este tipo de dietas, junto con el aumento del consumo de alcohol y del tabaco, están relacionados con lo que se llama coloquialmente como “infarto de Navidad”.

¿Cómo daña el alcohol al corazón?

El consumo excesivo de alcohol puede llegar a producir insuficiencia cardiaca al actuar como tóxico contra las células musculares del corazón. Además, puede favorecer la aparición de arritmias cardiacas lo que puede ser una limitación importante para la vida de un paciente.

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¿Qué consejos darían para proteger el corazón de los pacientes?

Lo importante es que el cardiólogo identifique a los pacientes de mayor riesgo para transmitirles dos mensajes. El primero, que disfrute de las vacaciones, de la familia y de los amigos. Es un periodo del año que debe estar centrado en encontrar la felicidad. En segundo lugar, que siga cuidándose como lo hace el resto del año. Aunque es cierto que el paciente puede tener algunas limitaciones con respecto a la alimentación u otros hábitos, siempre de forma individualizada, podremos establecer con ellos ciertas pautas que le permitan disfrutar de algunas pequeñas cosas que normalmente tienen más limitadas. En aquellos pacientes con menor riesgo, es clave informarles de que los excesos navideños, fundamentalmente relacionados con la comida y la bebida, deben limitarse porque aún en ellos también pueden acarrear problemas, sobre todo con la aterosclerosis.

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¿Y a la población general?

Deberíamos evitar los excesos alimentarios. Si nos paramos a pensar cuántas comidas o cenas tenemos durante el periodo navideño en la que hacemos excesos considerables, es fácil hacer una reflexión sobre sus posibles consecuencias, no solo relacionadas con el aumento de peso, sino con los posibles problemas cardiológicos a corto o largo plazo. Una buena manera de compensar estos excesos es realizando ejercicio físico, desde caminar hasta deportes más vigorosos, como el esquí, la natación, el ciclismo. Salir a correr con amigos nos puede ayudar a mantener activo el corazón.

Debemos intentar llevar una vida cardiosaludable, incluso durante las navidades. En nuestro libro “La salud de tu corazón” queremos enseñar a combatir al enemigo, es decir a la hipertensión, el tabaco, la hipercolesterolemia, la diabetes, la obesidad y el sedentarismo, para aprender a cuidar nuestro corazón y establecer pautas de vida, que sin ser demasiado exigentes, nos pueden ayudar a seguir encontrándonos bien. Todos somos vulnerables y debemos ser responsables para evitar la enfermedad en nosotros mismos y en nuestro entorno.