Cuando uno sufre un dolor de cabeza muy fuerte a veces teme que se trate de una enfermedad grave como un tumor cerebral. Es cierto que si hay una lesión ocupante de espacio (LOE) que es como se denomina al nódulo que aparece en la cabeza, puede manifestarse con este tipo de sintomatología. Sin embargo, es una patología infrecuente y, lo más probable, es que el dolor se deba a una causa benigna.
Existen dos tipos de dolor de cabeza o cefalea: la primaria y la secundaria. La primera responde a la propia enfermedad, por ejemplo, sufrir una migraña o una cefalea tensional. En el caso de la secundaria puede deberse a otra patología, tanto benigna como grave. "La gran mayoría de los dolores de cabeza no esconden un proceso maligno, aunque nos asuste mucho. Incluso si es muy intensa o dolorosa puede ser una cefalea primaria", señala la doctora Ana Gago, Vocal del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
El más común, la migraña
Hay más de 100 tipos de dolores de cabeza. Por ejemplo, uno de los más frecuentes es la migraña, que la sufre aproximadamente un 15 por ciento de la población. Se trata de una enfermedad crónica que se manifiesta con dolor ataques leves o moderados, que pueden venir precedidos de destellos de luz y que pueden provocar fotofobia, náuseas y vómitos. La frecuencia es variable. Puede ocurrir una vez o más de 15 días al mes. Cuando esto ocurre se denomina migraña crónica.
La migraña es una enfermedad muy incapacitante. Lamentablemente, "cerca de un 25 por ciento de los pacientes la sufren en su casa y no acuden al médico, señala la doctora Gago. Esto es un error puesto que "se ha avanzado mucho en el tratamiento y podemos manejar muy bien el dolor agudo y, además, también podemos prevenir las crisis con tratamientos preventivos orales que deben tomarse a diario. Además, también podemos utilizar la toxina botulínica, que se infiltra cada 3 meses y reduce a la mitad los días de dolor en el 70 por ciento de los pacientes", explica la vocal de la SEN.
¿Cuándo hay que acudir al médico?
Si el dolor de cabeza cumple criterios de cefalea primaria, como por ejemplo, la tensional o migraña, y el paciente reconoce el dolor porque ya lo ha sufrido antes, no es necesario acudir al médico ni realizar ninguna exploración complementaria. "Aunque siempre aconsejamos valorarlo. Sobre todo, si el dolor de cabeza aparece más de tres y cuatro veces al mes. Aunque sea algo benigno, es conveniente consultarlo porque hay tratamientos. Lo que se debe evitar es la automedicación, ya que puede cronificar el problema", insiste la especialista.
Sin embargo, si tenemos la sospecha de que puede ser secundaria a otra patología (por ejemplo, porque presenta síntomas de alarma como que aparece de forma repentina, brusca y el dolor es muy intenso, si cambia sus características, si hay alteración del fondo del ojo o parálisis o aparecen otros síntomas como rigidez y fiebre), sí se deberán realizar las pruebas convenientes para descartar una enfermedad grave.
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¿Podría ser un tumor?
Como decíamos, es infrecuente que el dolor de cabeza responda a un tumor cerebral. Sin embargo, sí se puede sospechar cuando aparece de forma intensa por las noches, cuando empeora con el cambio de posición de la cabeza, o al toser o estornudar (aunque también puede darse en la sinusitis) o si se presenta con náuseas y vómitos (estos síntomas también son comunes en la migraña). En estos casos, el especialista realizará pruebas de imagen como una tomografía axial computarizada (TAC) o una resonancia magnética (RM).
Cefalea en trueno
Si el dolor de cabeza aparece de forma repentina y su intensidad es como la de un trueno, como si alguien accionara un interruptor o te golpeara con un martillo, debes preocuparte. Podría tratarse de una hemorragia en el cerebro causada por un aneurisma o un ictus. "Este tipo de cefaleas son muy fuertes, de una intensidad de 10 sobre 10, y no suele desaparecer", señala la doctora Gago. Es conveniente no tomar pastillas para el dolor y menos para dormir, para no enmascarar el problema, y llamar de inmediato a emergencias.
Tienes el cuello rígido
Un dolor de cabeza acompañado de otros síntomas como, por ejemplo, fiebre y rigidez en el cuello, puede ser preocupante. "Podría tratarse de una enfermedad infecciosa como la meningitis que el especialista debe diagnosticar mediante una punción lumbar", advierte la especialista de la SEN. También podría deberse a una inflamación del cerebro o encefalitis, sobre todo si viene acompañado de pérdida de consciencia o si ésta está alterada, así como la memoria.
¿Cambia significativamente?
Un cambio significativo en el tipo de cefalea también se considera un signo de alarma para consultar con el médico. Sobre todo si empeora y no responde a analgésicos y si es atípica, es decir, nunca se había padecido ese tipo de dolor. Por ejemplo, una persona que sufre cefaleas tensionales o migrañas puede experimentar un episodio más doloroso, pero solo porque la intensidad es mayor. Pero si resulta desconocido y atípico, es mejor acudir a urgencias.
Pierdes la visión
Si el dolor se centra detrás del ojo y hay una pérdida repentina de visión, no dudes en acudir al médico. En este caso podría tratarse de un glaucoma, es decir, una elevación de la presión intraocular que impide el flujo sanguíneo y que, de no tratarse, puede ocasionar ceguera.
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