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diana princess of wales visits the children 39 s hospital in rome© GettyImages

La princesa de Gales cumpliría 60 años

Así le gustaba a Lady Di celebrar su cumpleaños: almuerzo con sus amigos en palacio, sin tarta y sin regalos

El 1 de julio es el aniversario de Diana. Su mejor amigo nos revela cómo eran sus festejos


Actualizado 30 de junio de 2021 - 9:17 CEST

A Lady Di no le gustaba celebrar su cumpleaños. “Ella siempre decía que le traía recuerdos contrapuestos”, explica Roberto Devorik, íntimo amigo de la princesa de Gales, en conversación con ¡HOLA! “Esa fecha le hacía rememorar la infelicidad de su infancia y las largas ausencias de su madre”, apunta el confidente, recordando uno de los episodios más traumáticos de la vida de Diana: cuando solo tenía seis años, su madre, Frances Ruth Roche, abandonó a su marido y a sus hijos y huyó con el rico heredero Peter Shand Kydd.

Diana de Gales oliendo flores© GettyImages
“Ella siempre decía que el cumpleaños era una fecha inventada y que todos los días había que celebrar algo”, desvela Devorik, que es una de las personas que mejor conoce la vida de Lady Di.

El affaire de la madre de la princesa con Kydd escandalizó a la sociedad británica de la época y el proceso de divorcio amargó la infancia de la pequeña Diana y de la familia Spencer. “No tuvo muchos cumpleaños en familia durante su niñez. Así que mientras estuvo casada con Carlos, celebró sus aniversarios con sus hijos. Iba a buscar a los chicos al colegio, y pasaba la tarde con ellos. También solía almorzar con su padre y con su hermana mayor, Sarah McCorquodale. Con su otra hermana, Cynthia Jane, la relación era difícil porque estaba casada con Robert Fellowes, asistente privado de la Reina”, desvela Devorik, que es una de las personas que mejor conoce la vida de Lady Di. “Ella siempre decía que el cumpleaños era una fecha inventada y que todos los días había que celebrar algo”.

Por eso, Diana de Gales nunca hizo un gran festejo. “Era muy reservada en ese sentido”, subraya Devorik. De hecho, empezó a disfrutar más de sus cumpleaños cuando se separó del príncipe Carlos. Entonces, ya tenía 31 años. “Ya separada, le gustaba invitar a almorzar a cuatro o cinco amigos al Palacio de Kensington, o íbamos a almorzar a sus restaurantes preferidos: San Lorenzo, en Knightsbridge, o Le Caprice, en St. James’s. Ella era muy low key”, explica su amigo. “En sus últimos años de vida, le gustaba pasar la noche del día de su cumpleaños en alguna gala solidaria, ayudando a la gente”, añade.

Prince Charles, Prince of Wales and Diana, Princess of Wales© GettyImages
Mientras estuvo casada con el príncipe Carlos, Diana celebró sus aniversarios con sus hijos.

De hecho, la noche de su último cumpleaños, el 1 de julio de 1997, asistió a un evento benéfico en la Tate Gallery de Londres. Cumplía treinta y seis años y era la invitada de honor del director del museo, Nicholas Serota, cuya esposa, Dame Angela, era amiga de la princesa y compañera de voluntariado con los pacientes con sida. “Yo le regalé un vestido de terciopelo de Paule Ka, en color azul zafiro, para esa noche. Ella lo había visto en el escaparate y le había gustado mucho porque iba a juego con su anillo de pedida, la sortija con el gran zafiro que le había regalado Carlos y que ahora lleva Kate. Pero en el último minuto cambió de opinión y decidió no llevar ni el anillo ni el vestido”, revela Devorik.

Al final, esa noche de verano de 1997 Diana se decantó por un traje negro de Jacques Azagury. La princesa deslumbró, opacando a otras invitadas como las supermodelos Karen Elson, Carole Bouquet o Iman. “Ella siempre decía a sus amigos que no le hicieran regalos. Le gustaba la ropa, pero no los regalos muy caros. También le encantaba el perfume First, de Van Cleef and Arpels. Tenía muchas cosas, así que en sus cumpleaños donaba algunos regalos que llegaban a palacio a hospitales, residencias y fundaciones”, recuerda Devorik.

Gala Dinner At London\'S Tate Gallery© GettyImages
La noche de su último cumpleaños, el 1 de julio de 1997, asistió a un evento benéfico en la Tate Gallery de Londres. Diana se decantó por un traje negro de Jacques Azagury.

Lady Di también sentía debilidad por las joyas, “aunque jamás gastaba dinero en ellas”. “Su reloj preferido era el Tank en oro de Cartier. Se lo regaló la firma francesa, porque ella nunca habría gastado una suma tan elevada en una joya como esa”, reconoce el amigo de la princesa. Tampoco era muy golosa. Así que en su cumpleaños no solía haber tartas. “No le gustaban mucho los dulces ni se sentía tentada por ellos. Prefería los sorbetes y la macedonia de frutas”, explica Devorik, que el próximo 1 de julio recordará con nostalgia todos esos cumpleaños que pasó con su gran amiga, la reina de corazones.