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caesar shaw althorp© GettyImages

La desconocida historia del esclavo de los Spencer, la familia del príncipe Harry

Las acusaciones de racismo vertidas por los duques de Sussex contra la familia real han hecho que los historiadores reabran un viejo capítulo: el de la nobleza inglesa y la esclavitud


Actualizado 24 de marzo de 2021 - 8:22 CET

“En los meses en los que yo estaba embarazada, hubo preocupaciones y conversaciones sobre lo oscura que podría ser la piel de nuestro hijo cuando naciera”. Con esa frase, Meghan Markle ha sembrado la duda: ¿es la familia real británica racista? El príncipe Harry no ayudó a despejar esa cuestión en la entrevista que dio a Oprah Winfrey. El duque de Sussex confirmó que hubo una conversación familiar que giró en torno a “qué aspecto iban a tener los hijos” que tuviera con la actriz, que es birracial y con raíces afroamericanas, pero se negó a dar más detalles”. Es una conversación de la que nunca voy a hablar”, afirmó Harry, quien agregó que fue “chocante”.

Las palabras de los Sussex han desatado una tormenta mediática y política en Reino Unido y Estados Unidos, pero también han servido para que la opinión pública de ambos países haga un ejercicio de introspección. Los historiadores han reabierto un viejo capítulo: el de la nobleza inglesa y su relación con la esclavitud. Lo que el príncipe Harry seguramente no esperaba es que algunos expertos pusieran la lupa sobre su familia materna, los Spencer, y rescataran la figura de Caesar Shaw, el esclavo que vivió en Althorp, el hogar de Lady Di, en el siglo XVIII.

Caesar Shaw Althorp© GettyImages

“Esto no es sólo una crisis para la familia real, sino para el propio Reino Unido“, escribió la semana pasada el historiador David Olusoga en una columna en The Guardian. “Hay partes de la sociedad británica atrapadas en la negación del racismo cotidiano, del racismo estructural, de la esclavitud y del imperio que no solo parecen incapaces de cambiar, sino hasta de dar el imprescindible paso anterior, el de la autorreflexión sincera (del problema en el país)”, denunció Olusoga. Quizá una prueba del pasado racista de la nación cuelgue en las paredes de Althorp, la casa señorial de la familia materna del príncipe Harry en Northamptonshire, Inglaterra.

Allí, en un sitio de honor, se encuentra un retrato de John Spencer Churchill, padre fundador de la dinastía, realizado por George Knapton, uno de los pintores preferidos de la nobleza inglesa en el siglo XVIII. En la pintura, que cuelga en la grandiosa Galería Spencer de Althorp, se puede observar al aristócrata y político disfrutando de un día de cacería junto a su único y heredero, John, el primer conde Spencer, y a un criado negro: Caesar Shaw.

En la Inglaterra de los siglos XVII y XVIII, las grandes familias consideraban que tener criados de origen africano era un signo conspicuo de riqueza. A algunos de esos empleados se les pagaba un salario e incluso podían abandonar a sus patrones, mientras que a otros se les trataba como “propiedad”. Es decir, literalmente como esclavos. Los retratos e inventarios de las grandes casas inglesas registran muchas de esas vidas. El cuadro de Knapton en el hogar de los Spencer es solo un ejemplo y hay muchos otros, como el retrato de Lady Mary Churchill, duquesa de Montagu, posando para el artista Enoch Seeman con su criado negro, Charles Ignatius Sancho.

Caesar Shaw Althorp© Courtesy of the Spencer Estate, Althorp
Un retrato de John Spencer Churchill, padre fundador de la dinastía, realizado por George Knapton, uno de los pintores preferidos de la nobleza inglesa en el siglo XVIII.

Los historiadores saben muy poco sobre Caesar Shaw. Aseguran que trabajó en Althorp en el siglo XVIII y que John Spencer era su propietario, aunque existe el debate sobre si se trataba de un esclavo o, simplemente, de un criado asalariado. Existen indicios de que el patriarca de la dinastía le tenía mucho cariño. Prueba de ello sería que el aristócrata posó en dos ocasiones junto a él, en dos cuadros que todavía se conservan en Althorp. Otro indicio sería que Shaw fue bautizado en Northampton.

Se ha debatido mucho si la familia de la princesa Diana estaba entre la nobleza esclavista. Para algunos, el retrato de John Spencer con Caesar Shaw agachado es prueba de que sí. Pero lo cierto es que Shaw ha sido descrito por los historiadores alternativamente como un esclavo o un empleado de la finca. Muchos Spencer están incluidos en los registros históricos de propietarios de esclavos de Reino Unido, aunque no está claro cuán estrechamente relacionados están con la familia del príncipe Harry.

Caesar Shaw Althorp© cspencer1508 @althorphouse
Las paredes de Althorp, la casa señorial de la familia materna del príncipe Harry en Northamptonshire, Inglaterra.

Según la escritora y aristócrata Lady Colin Campbell, Meghan Markle no es el primer miembro birracial de la realeza británica. “Todos los miembros de la realeza británica tienen algo de sangre africana”, ha declarado la aristócrata, que nació en Jamaica y ha escrito numerosos libros sobre los Windsor, incluido People of Color and the Royals, publicado en 2019. Lady Campbell pone como ejemplos a la reina Carlota -ahora muy popular gracias a la serie Los Bridgerton- y a Philippa de Hainault, mujer del rey Eduardo III. Ambas tenían ascendencia africana.

“Hubo constantemente matrimonios mixtos entre miembros de la realeza británica y europea con un gran porcentaje de sangre africana”, ha dicho Lady Campbell. Y, según ella, hubo pocos prejuicios raciales hasta finales del siglo XVII, cuando las colonias de las Indias Occidentales de Gran Bretaña empezaron a depender cada vez más de la mano de obra esclava para el cultivo de la caña de azúcar. “Cuando el azúcar comenzó a ser más importante que el oro para los británicos, los esclavos que trabajaban en los campos fueron deshumanizados”, ha explicado.

Las acusaciones de racismo vertidas por los duques de Sussex contra la familia real han reabierto un viejo capítulo en Reino Unido: el de la nobleza y la esclavitud.