El segundo partido de las semifinales de la Eurocopa se ha celebrando este miércoles en el estadio de Wembley, en Londres, solo un día después de que España se quedara a las puertas de la final con Italia. Tras un encuentro reñido, ha sido la selección inglesa la que se ha llevado la victoria, 2-1, gracias a un gol de penalti en la primera parte de la prórroga. Será pues Inglaterra quien se verá las caras con el combinado italiano en el partido del domingo, que pondrá el broche de oro a la competición europea. Para apoyar a los jugadores de su país, no ha faltado en el estadio, con capacidad para 90.000 personas, el príncipe Guillermo. Ya le vimos la pasada semana junto a la duquesa de Cambridge y su hijo mayor, George, pero en esta ocasión ha acudido en solitario, ya que su mujer está aislada por un contacto con un positivo en coronavirus. En en el histórico campo londinense han estado también el príncipe Federico de Dinamarca con su mujer, Mary, y su hijo Christian, de quince años, quienes se tienen que volver a su país con la decepción de la derrota.
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"¡Acabamos de llegar a Wembley! Estar unidos nos ha traído hasta aquí, y demostremos que no nos vamos a casa, tenemos que seguir adelante", habían escrito los daneses en su cuenta oficial antes de que comenzara el partido. En la imagen aparecen el príncipe Federico y Mary de Dinamarca, abrazados por su hijo que ya es más alto que ellos y que luce la camiseta roja de la selección danesa bajo una americana azul. Los tres lucen la identificación especial que ha permitido que, pese a las estrictas normas que tiene Reino Unido para los visitantes, los royals hayan podido viajar a Inglaterra para presenciar este encuentro. Eso sí, cumpliendo con las medidas de seguridad.
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Precisamente han sido las normas anticovid las que han impedido que los príncipes de Dinamarca se sentaran junto a Guillermo de Inglaterra, con el que han compartido palco pero separados por varios metros de distancia. Sí que estaban más próximos al nieto de Isabel II el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, Luis Figo, David Beckham o el primer ministro británico, Boris Johnson, y su mujer, Carrie. Al hijo del príncipe Carlos le hemos visto cantar con fuerza el himno inglés, el famoso God save the queen, que ha sonado después del danés y antes del comienzo del tenso encuentro. Pese a no estar con su familia como la vez anterior, el duque de Cambridge ha disfrutado al máximo del partido y también de la compañía, puesto que ha mostrado muy buena sintonía con algunos de los miembros de la federación organizadora que se encontraban en la misma zona.
Por su parte, Felipe de Dinamarca, que tras la fotografía que publicaron en sus redes sociales se puso una bufanda con los colores daneses como un verdadero forofo, ha estado escuchando con atención las opiniones de su hijo, que parecía entusiasmado de presenciar este encuentro. La tensión por el empate al final de los 90 minutos casi se equiparaba a la del último partido de España contra Italia, donde las tablas duraron hasta más allá de la prórroga y tuvieron que enfrentarse en los penaltis. Esta vez, y por pocos minutos, no ha sido necesario recurrir a ellos gracias al gol de Kane.