Con este acto se ponen fin a los festejos por la entronización de Naruhito. Prácticamente todos ellos han transcurrido con total normalidad y según lo previsto, salvo el desfile que realizaron los emperadores por las calles de Tokio. Este recorrido estaba previsto que se llevara a cabo el mismo día de la entronización, es decir, el 22 de octubre, pero las consecuencias climatológicas del tifón Hagibis obligaron a posponerlo y, finalmente, tuvo lugar hace apenas cinco días. Ahora ya sí, se puede decir que tras la 'Daijō-sai', no hay más actos de este tipo a la vista para el flamante emperador Naruhito