Todo comenzó el pasado mes de junio, cuando la princesa Haya se marchó con sus dos hijos, Jalila, de 11 años, y Zayed, de 7, a Reino Unido, donde pidió asilo y donde empezó a gestarse una crisis diplomática. Tras la huida, la hija del fallecido Husein de Jordania solicitó el divorcio a través de la justicia británica