Teniendo en cuenta los rigores legales que impiden al emperador de Japón mezclarse en temas políticos, será el primer ministro nipón, Shinzo Abe, quien en la ceremonia confirme la abdicación de Akihito, de acuerdo a la ley especial aprobada para esta ocasión. Posteriormente, Akihito pronunciará un breve mensaje de despedida como emperador, y después, en otras salas, cumplirá con despedida de distintos representantes de la familia imperial y de los poderes políticos que se prolongará por dos horas.