Según los medios citados fueron los padres de la Princesa, el príncipe Akishino y su esposa, la princesa Kiko, los que se reunieron cara a cara con Kei Komuro para informarle de que la ceremonia de compromiso oficial, programada para marzo, no se celebraría hasta que se resolvieran los problemas financieros que las revistas Shukan Josei y Shukan Bunshun habían sacado a la luz.