En los últimos años la Princesa de 25 años se había convertido en el rostro activo más joven de la Familia Imperial, lo que valió el título de la “Kate Middleton japonesa”. Tras licenciarse en su país y estudiar –de incognito- un máster en sobre arte y museos en la Universidad de Leicester, Inglaterra, Mako regresó a Japón y se volcó en su faceta de nueva “embajadora”.