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El bolso de Isabel II guarda lo fundamental: un pañuelo, una barra de labios, un pequeño espejo y una copia del programa del día, pero una de sus damas de honor lleva lo que se conoce como la Bolsa Marrón con todo lo necesario en caso de emergencia

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Cuando la reina Silvia y las princesas Victoria, Magdalena y Sofia tienen su turno para ir al aseo figura siempre en el programa como “cambio de zapatos”

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Hay piezas de joyería, tan exageradamente enormes, tan sumamente pesadas, que podrían acarrear un desastre en plena gala, pero Magdalena de Suecia las luce como nadie

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Un joya real tiene mil caras

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La reina Silvia tiene su truco para no notar ni un guisante cuando permanece sentada horas y horas: un cojín de seda azul cielo que encaja perfectamente con la tapicería de las sillas doradas

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Algunas damas reales evitan el efecto Marilyn (faldas de altos vuelos) tras una ráfaga de viento porque introducen un peso de plomo en sus dobladillos

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