María Josefa de Baviera, la abnegada Emperatriz
La segunda esposa del emperador Jose II tuvo una vida triste, marginada por su marido hasta sus últimos días a pesar de su entrega y buen corazón
Pese a ser obligada a casar con un primo viudo, María Josefa de Baviera se entregó al matrimonio de forma desinteresada, sin recibir nunca a cambio el más mínimo reconocimiento
José, que había aceptado la boda a regañadientes, nunca aceptaría a María Josefa, apenas se encuentra un pasaje en el que el futuro Emperador se refiera a ella con amabilidad
A pesar de los desprecios, María Josefa de Bavieracontinuó apareciendo en público con total dignidad y sin dar muestras de su creciente tristeza y soledad