2007: El desfile de las Fuerzas Armadas se convirtió en una ocasión idónea para sorprender a todos con un cambio de estilo. Además de una constante sonrisa, lució una imagen moderna y cuidada al mílimetro. Doña Letizia, que por aquel entonces llevaba habitualmente el pelo liso y suelto, apareció en la tribuna presidencial de la Plaza de Colón con el cabello ondulado, lo que aparentemente hizo su melena más corta, cayendo ésta a la altura de los hombros. Su nuevo estilo no dejaba ni un sólo cabo suelto. Hasta los cristales de sus gafas, en forma de estilo aviador, eran del mismo color que su atuendo, azules. Como complementos, medias y zapatos de tacón gris.