Ha sido la boda del año en Alemania. Considerados como los 'Guillermo y Kate' germanos, Jorge Federico de Prusia, de 36 años, y la princesa Sofía de Isenburg, de 33, se han dado hoy el 'sí quiero' en una ceremonia a la que han asistido unos 700 invitados
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Tras la ceremonia religiosa, los recién casados recorrieron la distancia que les separaba del edificio donde tuvo lugar la recepción posterior en una carroza descubierta, algo que los miles de curiosos que se agolpaban a las afueras de la iglesia recibieron con mucha alegría
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Entre los asistentes,muchos representantes de las casas reales europeas, y miles de curiosos que no han querido perderse la boda de este 'soltero de oro', tataranieto del último Káiser alemán
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El príncipe Jorge Federico de Prusia con su madre, la condesa Donata Emma, y su hermana
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Carlos de Borbón-Dos Sicilias y su mujer, Camilla Crociani
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Jaime Bernardo de Borbón-Parma y su hermana, María Carolina Cristina
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Leopoldo y Uschi, duques de Baviera
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Dom Duarte, duque de Braganza
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Eilika, George y Gabriela de la Casa Real de Habsburgo, que vestían de negro en señal de luto por la muerte hace casi dos meses de Otto de Habsburgo
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El príncipe Laurent de Belgica
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Lord y Lady Nicholas Windsor y sus dos hijos
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Margarita y Radu, príncipes de Rumanía
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Duques de Wuerttemberg
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La ceremonia se ha celebrado en la Iglesia neorrománica de la Paz de Potsdam, junto a Berlín, y ha sido oficiada por el Pastor evangélico Michael Wohlrab y por el abad Gregor Graf Henckel von Donnersmarck (un dato curioso, se trata del tío de Florian Henckel von Donnersmarck, director de cine y ganador de un Oscar por la película La vida de los otros) ya que los contrayentes profesan dos religiones diferentes: él es luterano y ella, católica
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La pareja, que se conoce desde la infancia, ha elegido un lugar de tradición familiar junto al palacio de Sanssouci, residencia de verano de los monarcas prusianos, en cuyos jardines reposan los restos de su antepasado Federico el Grande de Prusia y, también, los animales de la familia, como sus perros y caballos
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El viernes por la noche, los novios invitaron a unas 700 personas a un concierto benéfico para colaborar con la fundación de la princesa Kira, abuela del príncipe Jorge Felipe. Los espectadores fueron testigos de un viaje musical a través de la historia de 950 años de la casa de Hohenzollern, con piezas que fueron originalmente escritas para la corte