Hasta donde su fuerza se lo permita. Esta es la firme determinación de la reina Sofía, que sigue en guardia manteniendo en alto su compromiso con ayudar.
Los tiempos han cambiado mucho, nada salió como esperaba y todo ha ido a peor, pero doña Sofía, aún con mucho en contra, se adapta. Lo aprendió de pequeña. Ni una queja ni un mal gesto.
“Los Reyes no se defienden. Hacerse el sordo y callar cuesta… Pero hay que seguir” decía hace algunos años… Y nunca se ha apartado de su camino, aunque ahora sus pasos están casi siempre fuera de cámara.
“Queda tanto por hacer”, suele decir.
Su presencia pública se ha visto reducida al mínimo. Por la situación sanitaria y los sucesivos confinamientos, pero también por la disminución de su papel oficial. La agenda de doña Sofía (ahora casi “privada”) gira alrededor de la Fundación Reina Sofía. La Organización que llena su vida, que constituyó hace más de cuarenta años con una pequeña aportación -cuando se le preguntó cuánto había aportado, dijo que no se acordaba- y que sigue impulsando, aunque no da abasto con tanto trabajo. “Queda tanto por hacer”, suele decir. Es el espíritu solidario que nunca decae. La constancia detrás de una sonrisa permanente.
Para doña Sofía lo principal siempre es “el otro”. No sabe vivir de otra manera. Por eso, los españoles la respetan y la quieren. Falta un mes para contar siete años desde que dejó de ser reina de España, pero sigue estando en la cima de la lista de los españoles más valorados y recogiendo aplausos y muestras de cariño. Y para ella, una reina que está más acostumbrada a dar que recibir, este es el verdadero regalo.
Abrió camino a reinas y princesas
Fue una pionera en el mundo de la cooperación -abrió camino a todas las reinas y princesas- y, también, tuvo un papel primordial al liderar el impulso solidario de empresas, instituciones y personas privadas. Y, a sus 82 años, sigue con la misma ilusión.
A través de su Fundación, promueve proyectos educativos, de ayuda social y humanitaria, así como medioambientales. Todo un mundo liderado por una reina de sangre y de vocación. Sin olvidar la investigación de las enfermedades neurodegenerativas. Desde la campaña de excepcional interés público Neuro2020/22, que con la colaboración de la Fundación Gala-Salvador Dalí, ha permitido dar vida de nuevo al gran artista (padeció Parkinson), a través de la técnica del deepfake… Al Alzheimer, su legado más ambicioso y una referencia internacional de trabajo.
La “Operación Frío” de la reina doña Sofía
Aunque, desde el estallido de la pandemia, su mirada ha estado puesta de lleno en apoyar a La Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), que operan en toda España combatiendo el hambre y la pobreza. En cifras: reparto de alimentos entre más de 7.000 entidades benéficas, y atención a más de 1.800.000 beneficiarios en el año de la pandemia.
La Fundación Reina Sofía ha aportado a FESBAL en los últimos años, más de dos millones de euros, y la colaboración se ha incrementado muchísimo con la crisis sanitaria.
Empezando por la puesta en marcha de la Operación Frío -la Fundación empezó contribuyendo con los primeros 100. 000 euros- con la que se consiguió dotar a los Bancos de cámaras frigoríficas para almacenamiento y vehículos de transporte para poder suministrar alimentos frescos.
Las donaciones aumentan muchísimo con sus visitas a los Bancos de Alimentos
Y no sólo es el apoyo económico -hay un hecho irrefutable, las donaciones aumentan muchísimo a su paso por los diferentes centros-; es también la visibilidad. Y nunca tuvieron tanta hasta que llegó doña Sofía. Es el hada madrina de los Bancos y siempre está dispuesta a cumplir deseos, que son necesidad.
La pandemia ha arrasado a España y al mundo, no se recuerda tanta desigualdad social y doña Sofía quiere estar cerca. Por eso tomó la decisión, al inicio de la pandemia, de hacer una gira por España y no cesará hasta cumplir con todos los compromisos.
En las últimas semanas, ha visitado el Banco de Alimentos Rías Baixas en A Coruña, donde le pidieron como extra una furgoneta - la Fundación donó 20.000 € para su adquisición-; el de Sevilla y hace dos días, el de Ávila, donde vio ya instalada la nueva cámara de congelación. “Vengo a ayudar en lo que sea. Quiero visitar todos los bancos de España. Ustedes son héroes y hacen un trabajo maravilloso. Una labor increíble, necesaria”, decía a su paso por el polígono Industrial de Vicolozano.
El lunes llegará al de Cuenca y la próxima visita ya está fijada, en Valencia. Para entonces, 20 de mayo, ya habrá visitado 20 de los 54 Bancos de Alimentos en funcionamiento.
Nueve meses sin ver a su marido
Durante estas visitas, doña Sofía no sólo se limita a pasear por las naves o a recibir información, sino que quiere verlo todo. Desde los lotes de leche -otra donación extraordinaria que ha ayudado en la alimentación láctea de 1,1 millón de personas-, hasta como se cargan las furgonetas de alimentos, aunque esta parte no trascienda.
La madre de Felipe VI, lo ha resistido todo, está llena de energía -la idea de jubilarse sigue siendo algo lejano- y quiere seguir siendo una Reina en activo. Sabe que la Corona superará las vicisitudes más hostiles, aunque hay muchos asuntos pendientes. Entre ellos, la situación del rey Juan Carlos, en Abu Dabi. Faltan días para que se cumplan los 59 años de su boda, en Atenas y hace nueve meses que no lo ve. Esta parte no es fácil para doña Sofía. A la espera de que se decida su futuro, le preocupa su desamparo (separado de toda la familia) y su salud, aunque la infanta Elena aseguraba estos días que su padre se encuentra “fenomenal”.