Felipe VI cumple 53 años en el momento más complicado de la historia reciente. Seguro que no contaba con tanto. Vivimos tiempos convulsos y los vientos también azotan a Palacio. Ha habido muchos cumpleaños memorables, algunos incluso históricos, también difíciles en otros tiempos de incertidumbre, pero ninguno como este. Un aniversario sin precedentes por mucho que sea tradición real celebrarlo en privado, en el Pabellón del Príncipe, y con su familia, doña Letizia, y sus hijas, la princesa Leonor (15) y la infanta Sofía (13). El amor y el orgullo del Rey.
Y con un solo detalle que haya trascendido: volvió a recibir de la Hermandad Nacional Monárquica de España en Baleares un regalo muy dulce: una ensaimada “gigante” -de un metro de diámetro-, aunque tampoco habrá faltado la tarta de chocolate que tanto le gusta.
En 2020, Felipe VI enmarcó su aniversario con una doble celebración: almuerzo con amigos en el restaurante La Tragantía, de Madrid y cena en familia en su residencia de la Zarzuela. Entonces, la ciudad china Wuhan, empezaba a asomarse a los titulares. En 2019, viajó por sorpresa a Bagdad y sopló las velas con las tropas españolas que participaban en una misión de la OTAN. Y, en 2018, la llegada de los 50 años, quedó enmarcada con grandes reportajes en familia y especialmente con la imposición de la Orden del Toisón de Oro a la Heredera al Trono en el Palacio Real, en una llamada al futuro. Parece que han pasado décadas.
Como en una tormenta perfecta, todo se ha complicado de manera extraordinaria. La pandemia, que ha afectado a los españoles de forma virulenta, ha desatado una crisis sin precedentes, aunque Felipe VI, tiene una más sobre la mesa: la imagen de la Corona, en jaque. Y todo parece estar en contra… La tercera ola de la covid-19 asolando España, la tensión política siempre en el escenario y las próximas elecciones en Cataluña, la agenda reducida al mínimo (y con la internacional en pausa). Una situación que no ayuda al cumplimiento de sus funciones o a ese deseo de apoyar y sobre todo de ser útil en todo momento. Ya lo dijo a finales de diciembre en un encuentro con empresarios: “Estamos deseando volver a remangarnos y viajar por ahí, a ponernos el traje de comercial y ayudar a nuestras empresas a abrirse mercados”.
A esto también se suma la situación incierta del rey Juan Carlos. Felipe VI ha soplado las velas por primera vez sin haber podido dar un abrazo a su padre. Ni en el mismo día (30 de enero), ni en la antesala, ni en el después cuando se cumple ya el medio año desde que el anterior Jefe de Estado tomó la decisión de salir de España (3 de agosto). Sin olvidar los otros interrogantes: cuándo podría regresar de Abu Dabi, algo que está deseando, y ¿dónde vivirá?
Felipe VI nunca había tenido tantos frentes abiertos. Un período especialmente agitado y estamos lejos de alcanzar la normalidad. Pero el Rey cuenta con el apoyo y el pilar de su familia. Los cuatro frente a todo y una unidad, también a prueba de todo. Y, a esto se suma el respaldo mayoritario de los españoles, según las encuestas publicadas por diferentes medios de comunicación.
Felipe VI cumple un año más y sigue mirando hacia el futuro con esperanza. Es un Rey a pie de la pandemia, muy preocupado y muy consciente de la situación -en consonancia se congela el sueldo (también el de las reinas)-, que desde el primer día ha animado a enfrentarnos unidos y con coraje a esta crisis sin precedentes… “España recuperará su pulso, su vitalidad, su fuerza. España es un gran país; un gran pueblo que no se rinde ante las dificultades. Este virus no nos vencerá”. Al contrario, “nos va hacer más fuertes… Somos una sociedad en pie frente a cualquier adversidad”.