Sin Magdalena, pero con un suculento menú y grandes joyas, el Palacio Real sueco se viste de gala

La Casa Real sueca ha abierto los salones del Palacio Real de Suecia para una gran cena de gala en la que los reyes Carlos Gustavo y Silvia han sido los anfitriones. El Monarca y su esposa, acompañados de los príncipes Víctoria, Daniel, Carlos Felipe y Sofia, han querido agasajar a representantes del cuerpo diplomático, del parlamento, del Gobierno, del mundo de las ciencias, los deportes y la cultura, en una fabulosa recepción en la que hemos visto a las damas de la realeza sueca desplegar sus mejores joyas y tiaras. En la cita se echó de menos a la princesa Magdalena y a su marido, el financiero británico Chris O'Neill, que tienen fijada su residencia en Florida. 

Para esta cita, Victoria de Suecia ha elegido un vestido de pedrería en color claro y silueta recta con una abertura en el centro. Además ha lucido una tiara y diversas condecoraciones

Detalle de la cola del vestido de Victoria de Suecia, que eligió el modelo Gela de Escada, en el momento en que la pareja real entró en la galería Karl XI donde tuvo lugar el banquete. Los príncipes herederos se sentaron junto al embajador de la Federación rusa, Victor Ivanovich Tatarintsev y el primer ministro Tomas Eneroth. Daniel de Suecia se sentó junto a la embajadora de Ruanda, Christine Nkuliliyinka y la diputada Emma Hult

Victoria de Suecia completó su vestido de manga larga y escote en forma de lágrima con fabulosas joyas. La hija mayor de los Reyes eligió una de las tiaras más llamativas del joyero real, la llamada tiara de los seis botones- compuesta por seis flores de diamantes sobre una doble diadema-, que acompañó de los pendientes de diamantes de su madre. 

Carlos Felipe y Sofia de Suecia causaron sensación a su llegada. La Princesa apostó por un diseño muy arriesgado: un vestido en color verde con estampado animal print, realizado en terciopelo de la firma By Malina. Recicló unos salones de ante de la firma Stinaa J, y un clutch de cristales

Sofía se decantó por las esmeraldas para completar su look de alto impacto. La mujer de Carlos Felipe de Suecia llevó la tiara de diamantes y esmeraldas que estrenó el 13 de junio de 2015, día de su boda. Un regalo de sus suegros, que es desmontable y en la que las gemas se pueden intercambiar por perlas

La reina Silvia apostó por el granate para su vestido de encaje y llevó una cartera de mano dorada. Como joyas llevó la tiara Connaught, que pertenece a los Bernadotte desde el año 1905. Se trata de un regalo por su boda que regalaron los duques de Connaught a su hija, la princesa Margaret, También llevó unos pendientes de diamantes y un espectacular collar de diamantes

Entre la lista de invitados en el Palacio Real se encontraba el compositor Jacob Mülrad, la nadadora Sarah Sjöström o la arquietecta Helena Bjarnegard, en un evento que se celebra entre dos y tres veces al año

La gran mesa de la cena estuvo engalanada con arreglos florales compuestos por crisantemos, hojas de roble, bayas y eucaliptos, dando a la velada un toque de lo más otoñal. La porcelana que se usó fue un regalo del Parlamento y el Gobierno al Rey con motivo de su 50º cumpleaños, en 1996. La vajilla es de Hackman-Rörstrand Gustafsberg y está diseñada por Karin Björquist

La cubertería es parte del que se conoce como servicio brasileño, ya que perteneció a la familia del emperador de Brasil. Después de la muerte de la emperatriz Amalia, en 1873, fue heredada por su hermana, la reina viuda Josefina de Suecia. La mantelería está realizada con tejido de Klässbol por el maestro tejedor Hans Thomsson. La Familia Real y sus invitados degustaron un menú de cuatro platos: una sopa cremosa de calabaza, semillas y trufa negra, un filete al vapor con risotto, champiñones de temporada y salsa de mantequilla con champán y pechuga de pato salvaje con miel, pcebolla en escabeche, repollo negro frito y salsa de crema de grosella negra. Como postre, una tarta de queso con bavaroise de limón y sorbete de grosella aromatizado con yuzo