Aunque muchos no lo sepan, Magdalena de Suecia y su mejor amiga, Louise Thott -que también acudió al funeral y se reencontró con la princesa- vivieron con Anki en el distrito de Chelsea (Londres) mientras estudiaban siendo jóvenes. El hecho de darles cobijo en su casa -en la que residió desde los años 80- supuso una tranquilidad para la reina Silvia, dado que sabía que su hija se encontraba en buenas manos y cuidada durante el tiempo que pasó en el extranjero