Carlos Felipe y Sofia -que han cruzado románticas miradas durante toda la ceremonia- llegaban con los príncipes Alexander y Gabriel, vestido como siempre con el histórico faldón de cristianar de los Bernadotte, una prenda que estrenó el príncipe Gustavo Adolfo cuando fue bautizado en 1906 y que a lo largo de todo un siglo lo han usado todos los miembros de la Familia Real, un vestido que, desde 1935, lleva bordado en el forro los nombres de todos los príncipes con las fechas de sus bautizos