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Victoria de Suecia nos ha sorprendido este viernes tras protagonizar unas imágenes a las que no estamos nada acostumbrados, las que nos muestran a la Princesa escandinava de lo más amorosa con su marido. Entre una multitud y pese a estar la bajo la mirada de muchos curiosos que los rodeaban en ese momento, la pareja 'royal' no ha tenido problema alguno en regalarse besos, abrazos y continuos gestos de cariño, lo que denota una vez más lo sólido de su relación desde que se casaran hace quince años (más allá de la supuesta crisis matrimonial que tuvieron en 2022).
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Todo ocurría dentro del pabellón Hovet, ubicado en el distrito de Johanneshov de Estocolmo, que se utiliza principalmente para partidos de hockey sobre hielo, conciertos y otros eventos corporativos. En las gradas de este recinto que tiene capacidad para 8.000 personas se encontraba la heredera al trono nórdico (47) y el príncipe Daniel (51), además de sus dos hijos Estelle (13) y Oscar (9). Con ellos también estaban sus sobrinos Alejandro (9) y Gabriel (7), los niños mayores de Carlos Felipe y Sofía de Suecia.
Presenciaban todos juntos y sin perder detalle el vibrante duelo entre los equipos AIK y el BIK Karlskoga, que acabó con el triunfo de los primeros por dos a uno. Un choque de las semifinales de los play-offs, dentro de la categoría de plata de esta competición, en la que los pequeños príncipes disfrutaron de lo lindo y los vimos saltar emocionados o gritar de alegría en la celebración de uno de los goles.
La número uno en la línea de sucesión, por su parte, también estuvo muy pendiente de lo acontecía sobre la pista, pero eso no impidió que se mostrara muy acaramelada con su esposo, intercambiándose miradas cómplices a cada instante. Entre esas escenas tan románticas, las cámaras eran también testigo de cómo Victoria apoyaba su cabeza sobre el hombro de su marido, quien parecía estar igualmente de lo más feliz y relajado durante ese plan privado y familiar fuera de su agenda institucional.
La primogénita de los reyes Carlos Gustavo y Silvia, que demostraba así ser una gran aficionada a la llamada HockeyAllsvenskan, ha vuelto a su país tras el viaje oficial en solitario que hizo a Nigeria a principios de esta semana. Entre otros actos y visitas, se reunió allí con el gobernador de Lagos y con algunos altos ejecutivos de empresas suecas que operan en el país africano. También tuvo la oportunidad de conocer el taller del diseñador Emmy Kasbit, y asistir a un desfile de moda donde participan sus compatriotas Maxjenny y Selam Fessahaye.
En ausencia de la que algún día será jefa de Estado, Daniel de Suecia también cumplía con sus deberes y obligaciones de representar a la Corona, acudiendo con su hija Estelle a un estreno en el Palacio de la Ópera. Se trataba de una versión moderna de Julio César, la obra clásica del alemán Georg Friedrich Händel, que en esta caso lleva la trama y la acción al patio de una escuela. Además de ver la función, el marido de la princesa Victoria y su hija tuvieron la oportunidad de conocer en persona a los actores y actrices que allí trabajan.