La Navidad es tiempo de tradiciones y en la Casa Real sueca las nuevas generaciones se han apuntado a una de las costumbres más arraigadas en Palacio. A pesar de la tristeza de los Bernadotte por la muerte de la princesa Birgitta, hermana del rey Carlos Gustavo, quien falleció el pasado 4 de diciembre a los 87 años en Mallorca, la vida sigue y ya se preparan para disfrutar de las fiestas más entrañables del año.
La reina Silvia ha logrado reunir a sus ocho nietos para participar del que es el acto con el que se arranca la Navidad en la Corte sueca. Cada diciembre desde hace décadas es habitual que los estudiantes de la carrera de ingeniería agrícola de la Universidad de Umea, en la provincia de Västerbotten, que cuenta con 37.000 estudiantes, entreguen al Rey los abetos que decorarán los salones reales estas fechas.
La princesa Estelle ya es más alta que su abuela
Hace años, eran los hijos de los reyes Carlos Gustavo y Silvia los que se encargaban con sus niños de la recepción de los árboles y su posterior decoración, pero tanto gusta este acto a la Reina que en esta ocasión ha decidido repetir. Es la ocasión perfecta para ver cómo van creciendo las nuevas generaciones de Palacio, donde destaca Estelle de Suecia, de 12 años, quien ya supera en altura a su abuela. La hija mayor de los príncipes Victoria y Daniel fue protagonista hace solo unos días de la procesión de Santa Lucía. Vestida de rojo y derrochando estilo adolescente, la Princesa ha hecho de su larga melena castaña clara y sus gafas su seña de identidad.
El príncipe Oscar, hermano de Estelle de 8 años, ha presumido de peinado con gomina y un tupé y se mostró de lo más protector con su primo pequeño, Julian, de 3 años, el hijo pequeño de Carlos Felipe y Sofia de Suecia.
También ha sido la ocasión perfecta para ver a los tres hijos de la princesa Magdalena y Chris O’Neill quienes ya viven de continuo en Suecia tras unos años en Miami (Estados Unidos). Leonore, de 10 años, eligió un vestido de cuadros escoceses en colores marino y verde y el pelo recogido en una trenza. Su hermano Nicolas, de 9, estuvo colocando los adornos y la benjamina, Adrienne, de 6, optó por un vestido azul, con ribetes fucsías y diadema con un gran lazo.
Tampoco se perdieron la cita Alexander (8), Gabriel (7) y Julian (3), los tres hijos de los príncipes Carlos Felipe y Sofia. Será la última Navidad en que sean cinco en la familia, pues a finales de febrero, el matrimonio dará la bienvenida a su cuarto hijo.