La ciudad de Estocolmo se ha engalanado para acoger este martes, 10 de diciembre, la celebración de los Premios Nobel. Lo ha hecho horas después de que la Familia Real sueca entregara los galardones, una tradición que comenzó en 1904 Oscar II y que se ha mantenido con el paso del tiempo. Esta es una de las citas más esperadas del año, marcada en rojo en el calendario de los Bernadotte. Un evento en el que las tiaras y las imponentes joyas han destacado en los estilismos que se han lucido en esta antesala de las fiestas navideñas, que ha estado presidida por los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia.
Una cita en la que ha destacado la pomposidad, la solemnidad, y en la que las mujeres de la Casa Real Sueca, han acaparado todos los focos por sus imponentes looks. La Sala de Conciertos de Estocolmo es la sede de la Real Orquesta Filarmónica de la ciudad — inaugurada en 1926 — y cuenta con un diseño de Ivar Tengbom elegido en concurso. Además de los más de 200 recitales de orquesta que se celebran anualmente en ella, también alberga la ceremonia anual de entrega del Premio Nobel, así como dos eventos anuales: el Festival Internacional de Compositores de Estocolmo en otoño y el Fin de Semana de Compositores en primavera.
Un evento que ha comenzado a las 16:30 horas y que ha estado presidido por Carlos Gustavo de Suecia. En esta entrega de premios — que constan de una dotación de casi un millón de euros— el Rey de Suecia ha hecho entrega de la medalla, el diploma y el certificado monetario que acredita a los nuevos nobel de Medicina, Física, Química, Literatura y Economía. La ceremonia del Nobel de la Paz, que se ha otorgado a la asociación japonesa de supervivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, Nihon Hidankyo, ya se ha entregado esta mañana en Oslo, capital de Noruega.
Tras la llegada de los invitados, han aparecido en escena los reyes Carlos Gustavo y Silvia, encargados de presidir los premios. De cerca les seguían los príncipes herederos Victoria y Daniel, que les han acompañado en la primera fila de butacas. Una cita que ha supuesto el reencuentro público de los monarcas con todos sus hijos después de que la princesa Magdalena se mudara de nuevo a Estocolmo junto a su marido, Chris O'Neil y sus tres hijos. Tras la ceremonia, la Familia Real sueca se ha unido con los más de mil invitados para disfrutar de un cóctel que pondrá el broche de oro a los Premios Nobel 2024.
Un banquete que ha tenido en el Salón Azul del Ayuntamiento de Estocolmo en honor a los premios Nobel. La chef estrella Jessie Sommarström es la chef encargada de llevar a cabo el banquete del Nobel de este año y Frida Bäcke ha llevado a cabo los postres. Un menú que está compuesto de tres platos en el que destacan los ingredientes de temporada, como la remolacha y la manzana, y sorprenden con una versión lujosa de un desayuno favorito.
La entrega de los premios
Un acto solemne que ha arrancado con el discurso de Astrid Söderbergh Widding, Catedrática de Estudios Cinematográficos y Presidenta de la Universidad de Estocolmo desde febrero de 2013. Unas palabras en las que ha destacado los trabajos relacionados con la inteligencia artificial (IA) y, en el caso de Medicina, con la genética. Todos ellos “han dado lugar a aplicaciones revolucionarias”. Pero “las consecuencias inimaginables que pueden quizás introducir las tecnologías genéticas y la inteligencia artificial solo pueden gestionarse en una colaboración internacional basada en normas y en la confianza", ha finalizado.
A continuación, los reconocidos por los premios de más renombre, han ido subiendo al escenario uno por uno para recoger su premio de manos de Carlos Gustavo de Suecia. En la categoría de Física, han sido galardonados los científicos John Hopfield y Geoffrey Hinton, por sus investigaciones dedicadas al aprendizaje de las máquinas a través de redes neuronales artificiales. El Nobel de Química, que es compartido, también es para un investigador del campo de la computación, David Baker, quien ha conseguido desarrollar el diseño computacional de proteínas. La otra mitad del premio es para Demis Hassabis y John Jumper por predecir la estructura de estas proteínas.
El premio de Medicina es para Victor Ambros y Gary Ruvkun por el descubrimiento del microARN. En el campo de la Economía, Simon Johnson, Daron Acemouglu y James Robinson son los premiados por sus estudios dedicados al desarrollo de las instituciones económicas y políticas y cómo estas condicionan la prosperidad de los países y las desigualdades entre ellos. La única mujer en recibir un galardón este año ha sido la escritora surcoreana de 54 años Han Kang, autora de novelas como La vegetariana, La clase de Griego y El libro blanco, entre otras.
Los looks de las mujeres de la Casa Real sueca
La Reina se ha decantado en esta ocasión por un imponente vestido en azul petróleo compuesto por cuerpo de lentejuelas y falda de tafetán con capas. Un look de manga larga y escote cerrado y redondo que provocaba que todas las miradas se dirigieran a la tiara. De entre todas las opciones la soberana se ha decantado por la diadema de Leuchtenberg, una tiara flexible, lo que la hace más cómoda que otras que en esta ocasión ha elevado con enormes zafiros. Una vestimenta a la que ha puesto el toque final con una cartera negra de mano de terciopelo.
Por su parte, la primogénita de los Reyes ha deslumbrado con su preciosa tiara y un impresionante look de tonalidad oscura. Un vestido de palabra de honor en el que varias bandas de tul velado en negro se drapean, creando un favorecedor cuerpo encorsetado que contrasta con la falda en línea trapecio. En cuanto a sus joyas, Victoria de Suecia ha optado por lucir unos grandes pendientes de topacios rosas con forma de lágrima y mostrar su imagen más royal, con la tiara Fringe (de Baden), que presenta 47 diamantes inspirados en los rayos de sol. Esta diadema perteneció a Victoria de Baden y la recibió como regalo de bodas por parte de sus padres, los grandes duques de Baden.
Su hermana Magdalena se ha decantado por un vestido en color verde de pedrería y patillettes, que firmaba Fadi el Khoury, creador en que también confió para llevar en los Premios Nobel de 2014 y 2015. Sobre su cabeza, lució la tiara Connaught de diamantes, que recibió la princesa Margarita de Connaught como regalo de bodas en 1904.
Sofía Hellqvist ha acudido con su marido, el príncipe Carlos Felipe y ha presumido de tripita de embarazada con un elegantísimo vestido azul eléctrico con el que recientemente posó en una publicación de moda con motivo de su 40 cumpleaños. En él, destaca el escote asimétrico con volumen y con dramáticos plisados y volúmenes de estilo arquitectónico. La Princesa, como es habitual, ha recurrido a la tiara de diamantes que le regalaron sus suegros con motivo de su boda. Esta vez ha decorado la diadema con pequeños zafiros que le daban un toque impecable al look.