Fue un día inolvidable para los Bernadotte. El 8 de junio de 2013 la princesa Magdalena, la hija pequeña de Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, contraía matrimonio con Chris O'Neill, un financiero británico. Faltaban dos días para su 30 cumpleaños, y la novia estaba exultante con un diseño de Valentino Garavani con escote ‘barco’ y una ligera apertura en la espalda. Ahora, cuando está a punto de cumplir 40, la Princesa echa la vista atrás para desempolvar las fotografías privadas con los momentos que con más cariño recuerda, los que captan la intimidad, los nervios y la felicidad más allá de las cuidadas y medidas imágenes públicas de aquel día.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Magdalena de Suecia regresa a Nueva York con sus tres hijos, un viaje de mucho significado para ella
En un orden cronológico, Magdalena comienza mostrando tres retratos de ella antes de dar el 'sí, quiero', radiante con la tiara fringe de su padre, el Rey y de espaldas luciendo el imponente velo de organza de seda con encaje. Después, con su madre, la reina Silvia, la vemos con el rostro ligeramente tenso antes de encaminarse a la capilla del palacio real de Estocolmo. La siguiente ya refleja la sonrisa de los recién casados y las primeras confidencias tras la ceremonia.
La imagen de Magdalena de Suecia que anticipa su inminente cambio de vida
El banquete se celebró en el Palacio de Drottningholm. Allí, ante los 500 invitados, Chris O'Neill dirigió unas palabras a su esposa ante la mirada enamorada de su ya esposa a la que aparece besando en la siguiente imagen en pleno brindis nupcial. Tras la cena, la esperada fiesta hizo vibrar en la pista de baile a los novios a los que vemos absolutamente desinhinbidos en las últimas fotografías que ha compartido Magdalena de Suecia.
Así fue como hace diez años la benjamina de los reyes suecos comenzó una nueva vida al lado de un hombre enamorado de una princesa, pero sin intención alguna de convertirse en príncipe. Aunque el 'sí, quiero' se celebró con una boda real en toda regla, su relación nació lejos de la Corte. Magdalena se había mudado a Nueva York en 2010 tras su amarga ruptura con Jonas Bergstrom, con el que estaba prometida. Allí, conoció al financiero que desde el primer momento, solicitó seguir siendo un ciudadano privado y no recibir nigún tipo de estatus real.
Los Bernadotte no pusieron ninguna objeción, tal y como explicó el propio O'Neill más adelante, pero parte de la opinión pública no fue tan indulgente cuando vio que el matrimonio no parecían tener ninguna intención de criar a sus hijos en Suecia. Hasta ahora. Después de vivir en Nueva York, Londres y Miami, la pareja está a punto de regresar definitivamente al país nórdico con sus tres niños, Leonore, de nueve años; Nicolás, de siete; y Adrienne, de cinco.