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Antes de ser Príncipe, Daniel de Suecia ejercía como entrenador personal. Fue en uno de los gimnasios en los que trabajaba donde conoció a la princesa heredera Victoria y comenzó una bonita historia de amor que acabó con boda el 19 de junio de 2010. Aunque ahora está centrado en sus deberes institucionales, el Príncipe sigue preocupado por su salud y su buena forma física y ese podría ser el motivo de que en algunas de sus últimas apariciones públicas haya llevado un anillo tecnológico en el dedo índice de su mano derecha. El accesorio llamó la atención por el dedo en el que iba colocado (el índice), por su color -ligeramente oscuro- y por no ser una joya propiamente dicha, sino un gadget para monitorizar la actividad del usuario. El discreto aparato es de la marca finlandesa Oura y su precio rondaría los 300 euros. Está disponible en varios colores que van desde el oro, al plata, el negro brillante y el negro mate y según su acabado el precio se encarece.
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El anillo tecnológico tiene en su interior una serie de microchips responsables de la lectura de la actividad del usuario que lo porta y es el nuevo hit dentro de los que están a la última en bienestar y tecnología. Un aparato mucho más pequeño y discreto que los relojes inteligentes, que según sus creadores hace que “las personas tengan la comprensión y las herramientas para practicar su salud a través del acceso continuo a información precisa y orientación personalizada al alcance de su mano”. Al Príncipe se le vio con su anillo hace unos días cuando visitó junto a su esposa la Real Academia Sueca de Ciencias de la Ingeniería para conocer a un grupo de jóvenes estudiantes. Según cuenta la publicación sueca Svensk Dam, el yerno de los Reyes Carlos Gustavo y Silvia se mostró muy feliz de poder enseñarlo en esa cita y demostrar cómo funciona.
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El anillo Oura mide una gran cantidad de parámetros de una persona durante todo el día y gracias a ello, su portador puede vigilar su estado físico. Registra el nivel de estrés mientras se duerme ya que mide tanto el sueño profundo como el sueño de la fase REM. También computeriza la respiración y la frecuencia cardíaca y todo ello en esta pequeña pieza circular que pesa entre cuatro y seis gramos, más ligero que un anillo convencional, según sus creadores. Cuenta con una batería de entre cuatro y siete días, es compatible con diversas aplicaciones de bienestar y es sumergible en el agua. Además, está fabricado en titanio ligero, un material muy duradero. La empresa asegura que este pequeño dispositivo es capaz de reaccionar en caso de que su portador esté enfermando, incluso antes de que la persona empiece a sentirse mal.
En los últimos compromisos institucionales, el príncipe Daniel no ha llevado este dispositivo, aunque antes de que la relación entre Daniel y la princesa heredera se hiciera oficial, a él se le vio luciendo un brazalete de plata ancho, una joya que hace tiempo que no se le ha vuelto a ver, o que queda tapada con el largo de sus camisas y chaquetas. La única joya que sí usa de manera regular es, además de su reloj de pulsera, su anillo de bodas de platino que lleva en el dedo anular de la mano izquierda.