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Fin de semana intenso y lleno de emociones para Carlos Felipe de Suecia. El príncipe ha puesto el broche de oro a la temporada deportiva participando en la última cita de Porsche Carrera Cup Scandinavia, un campeonato automovilístico que comenzó a celebrarse a mediados de mayo y que se ha dividido en siete carreras, dos hechas en Noruega y cinco en Suecia. Mientras que el año pasado participó como invitado, en esta temporada el hijo de los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia se ha implicado completamente formando parte del equipo y demostrando nuevamente su talento como piloto de carreras. Una vuelta a la pista en la que no ha estado solo. Ha contado con el apoyo de todos sus compañeros, que le dedicaban palabras de cariño al conocer su regreso meses atrás. "Estamos muy contentos y orgullosos de que compita. Es un piloto de carreras experimentado y un ganador probado que conoce muy bien nuestras carreras", decía Raine Wermelin, director de Porsche Suecia. En esta última carrera también ha tenido a su lado a los mejores talismanes: su mujer, Sofia de Suecia, y sus hijos.
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Sofia de Suecia, Alexander de Suecia y Gabriel de Suecia no han querido faltar a la cita y se han trasladado a la localidad de Mantorp para apoyar al príncipe. Vestidos con ropa cómoda -ella ha optado por pantalón negro, chaqueta estilo militar y gorra- y bien abrigados para hacer frente a las bajas temperaturas otoñales, se han colocado en las gradas, en las que han estado muy atentos a todo lo que ocurría en la pista. Además, el mayor no paraba de poner los pulgares en alto para explicar gracias a este gesto lo bien que lo estaba haciendo su padre. A pesar de que tienen solo cuatro y tres años, respectivamente, Alexander y Gabriel están muy contentos con la faceta deportiva de su papá y se lo pasan en grande en los circuitos. Cabe recordar que el pasado año visitaban esta misma competición y se convirtieron en los protagonistas gracias a su espontaneidad y su curiosidad, que les llevó incluso a subirse a un helicóptero que había en el circuito.
Deporte, familia y un fuerte compromiso social
Carlos Felipe de Suecia está centrado en el automovilismo, mundo en el que debutó en 2008 siguiendo así una afición que llegó a los Bernardotte hace años. Cabe recordar que al hermano de la heredera al trono sueco siempre le gustó conducir el Porsche 911 Carrera color azul claro que el príncipe Bertil dejó a su sobrino, el rey Carlos Gustavo, en su testamento. A pesar de que su compromiso con la competición es fuerte, la prioridad para él es la familia, con la que intenta hacer diversos planes que van desde paseos en bici a excursiones por el bosque. También apoya a su mujer en las decisiones que toma, que incluyen ayudar en los hospitales en plena pandemia y vivir a temporadas en Sudáfrica. La Princesa lleva una década viajando de forma periódica a Ciudad del Cabo, donde seis meses antes de casarse se compró un apartamento con vistas al mar y seguridad 24 horas en una de las zonas más exclusivas de la ciudad sudafricana. Allí es presidenta honoraria de la ONG Vesterberg Project Playground, que trabaja por la infancia.
