Carlos Gustavo de Suecia rompe su silencio sobre la trágica muerte de su padre
El Monarca se convirtió en heredero con tan solo cuatro años, poco después de que su progenitor falleciera en un accidente de avión
Hasta ahora apenas había hablado de ello, pero el rey Carlos Gustavo de Suecia ha considerado que este era el momento de hacerlo, de romper su silencio y recordar uno de los episodios de su vida que más le han marcado y que le han llevado al punto en el que se encuentra hoy: el trono de su país. Por primera vez el mucho tiempo, el monarca se ha pronunciado acerca de la trágica y repentina muerte de su padre, el príncipe Gustavo Adolfo, quien falleció un 26 de enero de 1947 cuando tenía 40 años de edad.
Carlos Gustavo de Suecia era entonces tan solo un bebé de apenas nueve meses cuando su progenitor, que regresaba a Estocolmo procedente de Ámsterdam -donde había acudido a cazar y a visitar a los príncipes herederos de los Países Bajos-, sufrió un accidente aéreo. El avión en el que viajaba, que había hecho una parada en Copenhague después de sufrir un retraso, cayó en picado desde una altura de 50 metros provocando la muerte de las 22 personas que viajaban a bordo.
El fallecimiento del príncipe y, sobre todo, el del bisabuelo de Carlos Gustavo, tres años después, convirtieron a este en heredero con tan solo cuatro años de edad, y eso que el actual Monarca tenía cuatro hermanas mayores: Margarita, Brígida, Desiré y Cristina. La desaparición de Gustavo Adolfo supuso un duro golpe para toda la familia, especialmente para su viuda, que se vio obligada a sacar adelante a sus cinco hijos. La reacción de la princesa Sibila de Sajonia-Coburgo-Gotha fue el silencio. Carlos Gustavo creció sin padre y sin historias sobre ese hombre al que no pudo conocer.
Ahora, con la perspectiva que da el tiempo, el Soberano ha reconocido al historiador Herman Lindqvist que entiende el comportamiento de su madre. "Fue la forma en la que intentó manejar la situación. No nos permitió hablar del tema. No se hablaba de este asunto. Fue fácil", ha reconocido no sin cierto dolor. Eso sí, reconoce que fue aquel episodio el que permitió que hoy en día sea el rey de todos los suecos. Esa tragedia también sirvió para que esté sumamente unido a sus hermanas y al resto de su familia y a que una de sus inquietudes sea ver crecer a sus nietos en un entorno lo más normal y natural posible.