Victoria y Daniel de Suecia, investigadores de laboratorio por un día
Cambian las galas de palacio por las gafas y la bata de un centro de innovación de biomateriales
Victoria y Daniel de Suecia han buscado solución en el laboratorio a una de las causas que más les preocupan. Su firme compromiso con el medioambiente les ha llevado a visitar el centro de innovación de biomateriales de Stora Enso en Sickla, a las afueras de Estocolmo. Después de semanas de trabajo en solitario, ayer los Príncipes herederos compartían agenda oficial por primera vez este año para dar apoyo conjunto a la lucha contra el plástico, abanderada también por la reina Sofía, el príncipe Carlos y la princesa Eugenia entre otros miembros de la realeza.
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El centro investiga nuevas posibilidades de usar la madera, concretamente si en las nuevas aplicaciones podría sustituir al plástico. Los príncipes Victoria y Daniel mostraron sumo interés en el proyecto y en las últimas innovaciones en el campo (botellas de agua, pajitas, ropa... de materiales degradables), que parecen bastante factibles. La Princesa no solo escuchó atentamente a los expertos, sino que también se atrevió a preguntar para saber más de este problema gigante y de sus implicaciones en los animales y en nosotros mismos.
Victoria y Daniel de Suecia, que llegaron al centro con sendos atuendos de color azul marino (la Princesa vestía una chaqueta de tweed de Chanel y pantalón a tono y el Príncipe llevaba un traje de raya diplomática, de tendencia esta temporada), se pusieron la bata de laboratorio y las gafas de seguridad una vez dentro de las instalaciones como dos científicos más. La Heredera estaba radiante, a pesar de que trabajó la víspera por la noche con tacones altos.
No es la primera vez que los príncipes Victoria y Daniel se aplican a la labor. Realizaron una búsqueda del tesoro en la playa con los príncipes Estelle y Oscar, en la que se hacía con el botín quien encontrara más plásticos entre los escombros. Y en una entrevista este otoño, la Princesa heredera confesó su conmoción al quitarle la tierra a la princesa Estelle tras un chapuzón durante unas vacaciones en el Mediterráneo y descubrir que no se trataba de arena, sino de partículas de plástico de alegres colores. Todo un problema que requiere solución de todos.