El 13 de junio de 2015 la vida de Sofía de Suecia cambió para siempre. Aquella mujer llamada Sofía Hellqvist, que trabajó como modelo e incluso concursó en un reality show, experimentó una profunda transformación no sólo de imagen, sino también de adaptación a su futuro papel de princesa, que comenzó a gestarse mucho antes, concretamente en 2011, cuando los tabloides suecos ya habían revelado su relación con Carlos Felipe de Suecia y los miembros de la corte se afanaban en prepararla para su destino. El cambio de vida se hizo más evidente en aquella significativa fecha, la de su boda con el hijo del rey Carlos Gustavo, que siempre fue considerado uno de los solteros de oro de la realeza y uno de los príncipes más atractivos del Viejo Continente.
Sofía de Suecia, la modelo que se convirtió en princesa
La propia Sofía de Suecia ha confesado ahora que en aquel momento tuvo muchos temores y preocupaciones, sobre todo a la hora de afrontar su papel como princesa, una tarea pública para la que dudaba si estaba preparada. Lo ha hecho en el documental Un año en la Familia Real, del canal SVT y en el que reconoce que el hecho de irrumpir en un mundo completamente nuevo para ella le generó inseguridad, aunque pronto comenzó a verle el lado positivo.
"Mi vida ha cambiado bastante. También lo ha hecho mi personalidad. Me convertí en madre y en una princesa y hay un trabajo que cambia todo el tiempo. Han pasado muchas cosas en mi vida. Pero creo que es muy divertida e interesante", ha confesado, según recoge el diario Expressen, uno de los primeros en ver el documental. "Pero lo que veo hoy es que tengo la posibilidad de trabajar en lo que me apasiona. Gracias al papel que me han asignado tengo la oportunidad de trabajar para Suecia. Creo que es increíblemente emocionante. Tienes una visión completamente distinta de Suecia", añade.
La esposa de Carlos Felipe ha querido incidir en el hecho de que su vida ahora es de interés público, pero no es algo de lo que se arrepienta. "Nunca eres anónimo. Para otros siempre eres princesa. Pero creo que he encontrado el equilibrio. No soy una persona que se lamente de las decisiones que toma. Podría haber elegido no estar en este mundo, pero tendría que haber renunciado al amor de mi vida, a mis dos hijos y a la increíble oportunidad que mi destino me ha brindado. Así que no, no me arrepiento de nada", ha dejado claro durante su intervención en el programa especial.
Estas palabras no resultan extrañas, teniendo en cuenta que hace unos meses ya reconoció, en este caso durante una entrevista a TV4, que cuando su relación con el príncipe se hizo pública le sobrevino "una tormenta de odio. La gente tenía opiniones sobre mí, mi relación y más. Me sorprendió y me derribó durante un tiempo", explicó en aquel momento. "No entendía qué necesidad tenían de decirme lo errónea que era en todos los sentidos. Fue muy duro. La gente tiene opiniones sobre todo, sobre lo que hago y sobre mi aspecto", añadió.
Junto al hermano de Victoria de Suecia, la princesa Sofía ha formado una feliz familia con sus dos hijos, Alexander, de dos años y medio, y Gabriel, de uno y medio. Los dos pequeños guardan un asombroso parecido con sus progenitores, tal y como mostró la última fotografía oficial de la familia, compartida en verano por la Casa Real sueca. Por lo pronto, Sofía de Suecia es la única de las tres hermanas Hellqvist a la que le sonríe la suerte en el amor, ya que la mayor, Lina Frejd, se divorció de Jonas Frejd el pasado mes de enero, mientras que la pequeña, Sara, rompió su compromiso con Oskar Bergman un año después de la boda real de Sofía y Carlos Felipe.