Este año la Familia Real sueca está viviendo unas fiestas diferentes y muy especiales. Magdalena de Suecia ha vuelto a casa por Navidad, como si de aquella popular marca de turrón se tratase, y su regreso ha hecho las delicias del rey Carlos Gustavo y los suyos, permitiendo un reencuentro familiar que no pudo producirse durante la entrega de los Premios Nobel. Pero dejando a un lado este atípico acontecimiento, lo cierto es que los Bernadotte cumplen, a rajatabla, con un listado de tradiciones que no cambia. Cada Navidad en Suecia se convierte en una sucesión de rituales en los que todos los miembros de la Familia Real tienen su papel.
La corona de Adviento
Según se aproxima la Navidad, las familias suecas (también la real) comienzan a llenar de magia su hogar. Una de las tradiciones más entrañables consiste en elaborar una corona de Adviento a base de ramitas de pino atadas con una cinta roja, que se termina de adornar con piñas, acebo y muérdago, elementos típicos de los países escandinavos. Este elemento tan navideño suele colocarse generalmente sobre una mesa junto a cuatro velas que simbolizan la luz de la Navidad. Curiosamente, Victoria y Daniel de Suecia eligieron uno de estos momentos de preparación de la decoración navideña para enviar sus buenos deseos a los ciudadanos. El christmas audiovisual seleccionado este año muestra al matrimonio junto a sus dos hijos, Oscar y Estelle, cantando y realizando algunos de estos objetos ornamentales.
El festival de luces de Santa Lucía
El 13 de diciembre es el día de esta patrona de los ciegos a la que se venera en todo el mundo, pero muy especialmente en el norte de Europa. Durante esta jornada se suceden las procesiones de niñas vestidas de blanco con cinturones rojos que desfilan por las calles, cantan villancicos y reparten café y bollos de azafrán conocidos como Lussekatt. Encabeza esta procesión una niña designada como Lucía y que se distingue por una corona de velas sobre su cabeza. Precisamente, Estelle de Suecia, la nieta mayor de Carlos Gustavo y Silvia, lució de esta tradicional forma el pasado 13 de diciembre en unas instantáneas que inmortalizó la propia Victoria de Suecia. El pequeño Oscar, por su parte, llevaba el típico traje de stjärngosse coronado con un sombrero con estrellas doradas.
El 'hygge', el secreto de la felicidad
Los planes sencillos, relajados en el hogar son también una tónica en el seno de la Familia Real sueca. A este ambiente acogedor se une una iluminación tenue, el amor por las velas, las chimeneas, la madera, las mantas, los jerseys de lana y los libros. Todos estos ingredientes consiguen crear una sensación de armonía y felicidad conocida como hygge, que también reflejan los vídeos que suele difundir Victoria de Suecia. En ellos muestra algunas de estas típicas escenas familiares, ya sea elaborando galletas, tirando bolas de nieve o simplemente rodeada de sus seres queridos.
La tradición de elegir el árbol
Uno o dos días antes de Navidad, las familias acuden a seleccionar el abeto que adornará sus casas durante todas estas fiestas. El año pasado les tocó a los príncipes Estelle y Oscar ayudar a su madre a elegir los árboles para decorar la residencia oficial. En esta ocasión, le ha tocado el turno al príncipe Alexander, quien con un pantalón rojo, suéter de invierno y un gorrito a juego ejerció de perfecto elfo y aportó su granito de arena para que Carlos Felipe y Sofia de Suecia pudieran también contar con los mejores ejemplares navideños.
La doble celebración de la Familia Real
En el caso de los Bernadotte, la Navidad es doble motivo de alegría. Entre las festividades de Nochebuena y Nochevieja, la Familia Real celebra también el cumpleaños de Silvia de Suecia, el 23 de diciembre. Este año, la esposa del rey Carlos Gustavo ha cumplido 75 años y ha querido reunir a toda su familia -de ahí que Magdalena de Suecia volara desde Miami hasta Estocolmo para acompañarles- en un almuerzo familiar y en un concierto. Como buenos amantes de las tradiciones, en esta ocasión tan especial nunca suele faltar en la mesa el Weihnachtsstollen, una suerte de pastel de frutas secas macerado en brandy y cubierto con azúcar glass.
La lectura del Evangelio de Silvia de Suecia
Cada año, la Familia Real sueca se reúne en vísperas de la Navidad en el castillo de Drottningholm, donde aprovechan para compartir momentos entrañables en los que las velas siempre están encendidas. Así, además de recoger madera, terminar de decorar las estancias y escuchar música, Carlos Gustavo de Suecia y los suyos suelen atender a la lectura del Evangelio de Silvia de Suecia y almorzar juntos. Posteriormente, asisten a un concierto privado en su honor, el mismo que en 2016 se perdió la propia Silvia debido a que tuvo que ser hospitalizada el mismo día de su cumpleaños. Ya el día de Navidad culmina con el tradicional discurso del rey, otra de las costumbres que, año tras año, no suele faltar a esta cita de la Familia Real de Suecia.