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Victoria y Daniel de Suecia llevaban desde el pasado lunes en Jordania cumpliendo con un apretado programa de compromisos con motivo de su viaje oficial, pero se esperaba concretamente uno que para los más impacientes ya estaba tardando: su encuentro con Abdalá y Rania de Jordania en el palacio de Amán. Llegó el día y llegó el flamante Mercedes negro de los príncipes Victoria y Daniel con una mini bandera azul y amarilla agitándose en el capó a la residencia de las Mil y una noches de Arabia de sus perfectos anfitriones.
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Acababan de hacer una parada en el hotel, según informa Helena Wiklund para Svensk Damtidning, para un cambio de ropa rápido, siguiendo el mismo frenético ritmo de la maratoniana mañana de actos, en vista del vis a vis con Rania de Jordania, considerada reina de la elegancia en Oriente y en Occidente. La princesa Victoria y el príncipe Daniel, que la seguía un paso por detrás como manda el protocolo en este tipo de contexto, desfilaron ante los 52 soldados uniformados con casacas largas de color verde oliva y tocados con los tradicionales pañuelos, que flanqueaban a ambos lados la alfombra roja de bienvenida.
El rey Abdalá se apresuró a recibir a sus invitados, dando muestra de gran alegría por el encuentro, pese a que la formalidad imperaba en la tradicional ceremonia de recibimiento. Saludó afectuosamente a la princesa Victoria, que le devolvió la cortesía con su mejor reverencia y dos besos a él y a su esposa. No era pose el cariño con el que se abrazaban, aunque sí posaron para los medios gráficos descubriéndose entonces, una al lado de la otra, que la princesa Victoria había coincidido o tal vez incluso había reverenciado a la admirada reina Rania con un vestido con varias conexiones con el suyo.
La Familia Real sueca y la Familia Real jordana están muy unidas. La princesa Victoria pasó de hecho una semana en Jordania con 24 años y casi una década después compartió con los Reyes jordanos uno de los días más importantes de su vida. Como no podía ser de otra manera, la Boda Real de Victoria y Daniel de Suecia tuvo protagonismo en las activas redes sociales de Rania de Jordania, reina de las nuevas tecnologías: “Hermosa ceremonia, especialmente por el entusiasmo y energía de los suecos”. Y: “Maravilloso día en Estocolmo para que se case la princesa Victoria. Somos afortunados de presenciar el amor de unos novios magníficos”.
Los Reyes de Jordania han visto nacer su matrimonio y han visto crecer a la princesa hasta convertirse en la Heredera popular que es hoy. La princesa Victoria no tendrá ni el mismo papel ni el mismo poder como Reina que el rey Abdalá, pero al igual que él despierta grandes pasiones en su país y siempre encabeza las encuestas de opinión acerca de la popularidad de los miembros de la realeza.
Los saludos protocolarios de hoy, más entusiastas de lo habitual, precedieron una audiencia de 30 minutos en el interior de palacio. El rey Abdalá y la princesa Victoria tomaron asiento en el centro del salón de reuniones y la reina Rania y el príncipe Daniel, a su lado, para tratar los temas que importan a ambos países, antes de disfrutar de un rico almuerzo típico jordano. La sobremesa no se prolongaría mucho por el apretado programa oficial de los invitados y por las obligaciones reales de los anfitriones. Porque no cabe duda de que reinaba el afecto.
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