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Era el protagonista del día- El pequeño Alexander, hijo de los príncipes Carlos Felipe y Sofia, debutaba este jueves en la agenda de la Casa Real y lo hacía en su primer acto oficial, en el que ha conseguido conquistar a todos con su simpatía, espontaneidad y su carácter risueño, una personalidad que ya dejó al descubierto durante el bautizo de su hermano pequeño Gabriel y que ahora ha vuelto a poner de manifiesto en su visita a Södermanland, una de las 21 provincias suecas y ducado que su abuelo, el rey Carlos Gustavo, le concedió tras su nacimiento, en abril de 2016.
El bonito regalo del rey Carlos Gustavo de Suecia a su nieto Alexander
Alexander de Suecia llegaba a la reserva natural de Nynäs en un coche de caballos acompañado de sus padres y lo hacía vestido con una blusa de rayas azules y blancas, chaqueta blanca a juego, pantalones color caqui -al igual que Carlos Felipe- y zapatillas marrones. El pequeño, que lucía su característica melena rubia ondulada y peinada a un lado, demostró su saber estar sin dejar entrever ni un ápice de nervios. Y eso que tenía por delante una misión de gran responsabilidad para su corta vida: inaugurar el Mirador Príncipe Alexander, una plataforma de observación a la que se llega a través de un sendero que cuenta con más de 250 especies diferentes de plantas.
Debido a la edad del príncipe, en la inauguración no se utilizaron tijeras para cortar la cinta. Aun así, Alexander de Suecia logró deshacer, sin problemas, el nudo de la banda de color verde allí dispuesta con el que se daba el pistoletazo de salida a este paraje habilitado que pretende dotar de mayor accesibilidad al enclave, incrementar el interés en la naturaleza y brindar más oportunidades para la recreación, tal y como reza el mensaje difundido a través de la página web de la provincia. El acto, en el que el gobernador ha pronunciado un discurso, ha contado también con la presencia de niños y de un grupo de biólogos que ha guiado la visita por esta zona de la reserva.
El gran paso que ha dado este jueves el pequeño Alexander lo dieron también sus primos mayores cuando tenían su misma edad. Todos ellos lo hicieron al aire libre y protagonizando actos oficiales que mucho tenían que ver con la naturaleza. Así, su prima Estelle -hija de Victoria y Daniel de Suecia- se encargó de inaugurar, en mayo de 2014, el sendero del castillo de Linköping, repleto de flores, cisnes y ranas al más puro estilo de cuento de hadas.
Por su parte, su prima Leonore -hija de Magdalena de Suecia y Chris O'Neill- provocaba las risas de los asistentes al decidir echar a correr por un campo de flores completamente descalza antes de alimentar a su potrillo Heidi con una zanahoria, en medio de un acto en Gotland.
Leonore de Suecia, una princesa 'a la fuga' en su primer acto oficial
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