La Casa Real sueca ha ofrecido este lunes dos nuevos retratos oficiales para conmemorar el 200 aniversario de los Bernadotte en el trono sueco. En la primera de ellas podemos ver al rey Carlos Gustavo de Suecia junto a su hija, la princesa herereda Victoria, mientras que en la otra se une la princesa Estelle, segunda en la línea de sucesión al trono.
En las fotografías, tomadas el pasado 10 de diciembre por el fotógrafo Thron Ullberg antes de la celebración de los Premios Nobel, predomina el color azul, emblema de la monarquía de Suecia y de los Serafines, la orden más importante del país qe está representada en las bandas que llevan tanto el monarca como su primogénita. Una condecoración que Estelle tiene desde su bautizo pero que no podrá lucir hasta que cumpla su mayoría de edad.
Para la ocasión, la princesa Victoria luce un vaporoso vestido azul cielo con cola, cuerpo y falda plisados, cuello alto y cintura marcada de Jennifer Blom, una diseñadora relativamente desconocida, que conjunta con la tiara de aguamarinas Kokoshnik, la misma que lució su hermana en la gala de los Premios Nobel de 2015, convirtiéndola en la más admirada de todas.
La princesa Estelle, que se vistió para posar pero no asistió a la gala por su corta edad, luce un vestido de manga corta azul klein por debajo de la rodilla y cuello camisero de color azul cielo que combina con calcetines blancos con puntillas y merceditas de piel en color oscuro. Como única joya, un fino collar con una mariposa.
Con estos dos nuevos retratos realizados en el Palacio Real de Estocolmo, la Casa Real sueca representa el presente y el futuro de los Bernadotte. Un trono que comenzó a llevar este apellido el 5 de febrero de 1818 tras el fallecimiento del rey Carlos XIII, sin descendencia, después de que el Parlamento eligiese al mariscal de Napoléon, Jean Baptiste Bernadotte, como heredero al trono sueco.