Aviso al lector: las siguientes imágenes pueden seducir gravemente su sensibilidad y provocar un deseo incontenible de descargárselas todas.
Comienza oficialmente el verano. Lo proclaman los calendarios (21 de junio), los termómetros (los 37º de Madrid, los 38º de Sevilla o los 31º de Barcelona), la publicidad (de los grandes almacenes y de los aires acondicionados), los escaparates (los escotes asimétricos, los tirantes, la ropa de baño)…, y los álbumes reales. Irrumpe en la Corte Real sueca con sus maneras más exquisitas, entre algodones, con la delicadeza del etéreo vestido blanco, con la frescura de las sonrisas más tiernas, con la sutileza de los pies descalzos de puntillas y con la gracia del bamboleo de dos trenzas, en el precioso posado protagonizado por Estelle y Oscar de Suecia en el Palacio de Haga. Unos retratos con los que sus padres, los príncipes herederos Victoria y Daniel, dan a la nueva estación su principesca bienvenida oficial.
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Un palacio con vistas (a un frondoso edén) asoma ante los dos pequeños que, unidos de la mano o del hilo de sus miradas, revelan al observador su buena relación y complicidad de hermanos en unas deliciosas fotografías firmadas de nuevo por Erika Gerdemark, autora de una serie de retratos oficiales de estética nacarada, con motivo del próximo 40º cumpleaños de Victoria de Suecia y del primer posado familiar de Carlos Felipe y Sofia de Suecia con su hijo, el príncipe Alexander.
La última instantánea de esta sesión abandona el color por el blanco y negro y cambia de escenario, el balcón abierto a los jardines de palacio por la intimidad del sofá familiar, donde la princesa Estelle vuelve a ejercer de hermana mayor con el príncipe Oscar entre sus brazos. El pequeño de quince meses, que se sabe en buenas manos, se deja abrazar a la plácida espera del comienzo de un verano real sublime. Ya está aquí: con unas imágenes que pueden seducir gravemente la sensibilidad del espectador.