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Nuevos retratos oficiales de los niños reales de la Corte Real sueca vuelven a poner sobre el tapete la cuestión de los parecidos. Los pequeños crecen por momentos y cambian al mismo ritmo y, en esta trepidante metamorfosis de recién nacido a bebé y luego a párvulo, unas veces se parecen más a un miembro de la familia, otras a otro y otras a quién sabe... Hasta que se definen. Pero, en este Día Nacional, lo tenemos claro. Ni a mamá, la princesa Victoria, ni a papá, el príncipe Daniel: Oscar de Suecia es cada vez más parecido a su hermana mayor, la pizpireta princesa Estelle, según les hemos visto en unas maravillosas imágenes oficiales de los dos, tomadas en los jardines del Palacio de Haga, por la fiesta grande del país escandinavo.
Para este saludo especial, el príncipe Oscar, demasiado pequeño para sutilezas protocolarias con poco más del año, vestía los colores del verano, una camisa de cuello mao de rayas azules y un pantalón blanco con zapatillas a tono y, sentada a su lado sobre la frondosa alfombra de césped de Palacio, la princesa Estelle, que sí ejercía de hermana mayor y de heredera de la Heredera, los de la nación, con un tradicional vestido sueco como otros años. Era el aperitivo de un día de celebración para Suecia y su Familia Real. Un banquete para el rey Carlos Gustavo y la reina Silvia en Kosta Boda, una visita de la princesa Victoria y el príncipe Daniel al Castillo Görväln y la bienvenida oficial al Palacio Real en esta ocasión por el príncipe Carlos Felipe a los suecos. Y, por si no fuera suficiente, por la noche más: todos en pleno, incluidos la princesa Magdalena y Chris O’Neil, en la fiesta tradicional en Skansen. Porque este Día no es un día para Suecia.
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