La caza de los Pokémon causa problemas... ahora en la residencia de verano de la Familia Real sueca
Según cómo se mire una de las ventajas inesperadas de ser miembro de la realeza podría ser disponer para sí de las misteriosas criaturas que son codiciadísimas por los jóvenes jugadores de Pokémon Go, la aplicación para móviles que arrasa en todo el mundo con la caza y captura de estos carismáticos seres. Según cómo se mire porque, después de los primeros estragos: robos, caídas y otros accidentes lamentables en la persecución virtual, la fiebre pokemista ha causado algunos problemas también en el palacio de Solliden, en la isla sueca de Öland.
Cuando la Familia Real sueca descansa, los Pokémon acechan el palacio de Solliden…, y sus perseguidores también. Con los cazadores de Pokémon toparon los guardias de seguridad de la residencia estival de los reyes Carlos Gustavo y Silvia, donde estos mismos días veranean los soberanos y la Princesa heredera: “Dentro de Solliden, no debería haber tantos Pokémon a todas horas”, se queja uno de los jugadores al diario Aftonbladet.
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Pero Solliden es una propiedad protegida y vigilada por la noche, y los cazadores resultaron cazados antes de que cometieran un delito de allanamiento en su afán por hacerse con un Pikachu. La patrulla de seguridad descubrió a los entusiastas del videojuego, con lámparas y móviles en mano, en las proximidades a los jardines del palacio y disuadió al grupo, del que los guardias sospechaban que podría querer entrar en el recinto real.
“No había una explicación razonable de por qué se encontraban allí, pero en ningún momento accedieron y son bienvenidos a volver durante el día”, confirma al rotativo escandinavo el superintendente Sven Stensson, responsable del área de protección en Solliden. Los jóvenes no se colaron y no sufrirán ninguna consecuencia, al margen de la posible pérdida de un Pokémon raro en su especie que, por otra parte, permanecerá tan campante por palacio. Tampoco parece que estas criaturas hagan furor entre los Bernadotte, que bastante entretenimiento tienen con persecuciones reales tras su pequeña princesa a la fuga.
La búsqueda de otro Pokémon por un grupo de adolescentes ha terminado en otro lugar insospechado: el Castillo de Berg, residencia oficial de los Grandes Duques de Luxemburgo. Los jóvenes, que hacían uso de sus teléfonos móviles jugando al popular juego fueron interceptados en los jardines del castillo por el servicio de seguridad de la Casa Gran Ducal. La intención de los chicos no habría sido otra que la de capturar a uno de estos seres que según su testimonio se escondería en los alrededores del castillo. El incidente se solventó con una advertencia de los guardias. Palacio no se ha pronunciado sobre el suceso, calificándolo de anecdótico.