Vuelve a reinar la operatividad sueca en el último nacimiento real de un Bernadotte. Apenas 24 horas después de la llegada al mundo del hijo de Carlos Felipe y Sofia de Suecia, la feliz familia ha abandonado el hospital de Danderyd y ha puesto rumbo a su nuevo hogar en el Palacio de Drottningholm, donde tanto la madre como su príncipe reciben mimos y cuidados; apenas 48 horas después se ha anunciado su nombre... Alexander Erik Hubertus Bertil, y apenas 72 horas después la Familia Real sueca, a excepción del protagonista que permanecerá en palacio bajo los cuidados de mamá, se reunirá para celebrar el tradicional Te Deum por el pequeño.
Hoy mismo, a las 11:15 de la mañana, se han desvelado tras la reunión del Consejo de Estado presidida en el Palacio Real por el rey Carlos Gustavo dos de las incógnitas que más curiosidad suscitaban: el nombre del nuevo príncipe y el título otorgado. Se llama Alexander de primer nombre y nombre de pila (muy de moda en los registros del país escandinavo, aunque no es muy tradicional en la dinastía); Erik de segundo (en honor al abuelo materno); de tercero Hubertus (en honor a su abuelo paterno, el rey Carlos Gustavo, que lo lleva como cuarto nombre), y de cuarto Bertil (en honor al padrino de bautismo del príncipe Carlos Felipe, su tío abuelo el príncipe Bertil, que es además el tercer nombre del propio Carlos Felipe).
Ha recibido también el Ducado de Södermanland. Una de las 21 provincias suecas que cubre una superficie de 6.103 kilómetros cuadrados. Se trara de una región variopinta, con lagos, bosques y ciudades pequeñas y medianas. La flor provincial es el nenúfar blanco y el animal es el águila. Han ostentado su Ducado antes que el príncipe Alexander: Oscar I (1799-1859), el príncipe Wilhelm (1884-1965), que residió allí hasta su muerte, en el Castillo de Stenhammar, en la ciudad de Flen.
La Familia Real sueca, que tiene mucho que agradecer este año de grandes acontecimientos, celebrará este viernes al mediodía el tradicional Te Deum por el pequeño príncipe Alexander. Tal vez en cuestión de horas, a juzgar por el buen ritmo que han llevado los trámites oficiales, pongamos rostro también al benjamín, quinto nieto de los reyes Carlos Gustavo y Silvia y quinto en la línea de sucesión al trono. No hay quinto malo.
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