Estelle de Suecia, sonrisa tropical y melena sueca, en su último retrato
La Familia Real sueca ilustra su gran año con nuevas fotografías oficiales
Las alegrías son infinítamente mejores con fotografías que las recuerden. La Familia Real sueca no dejará pasar sin imagen ni gloria su gran año y ya ha hecho públicos algunos nuevos retratos oficiales que ilustren este especialísimo 2016, cargado de grandes acontecimientos. Los nacimientos del príncipe Oscar, segundo hijo de los príncipes Victoria y Daniel, y del primer bebé de los esperanzados Carlos Felipe y Sofia de Suecia, que está por llegar al mundo en pocas semanas, coronan este tiempo de júbilo y de Jubileo, en el que se celebrarán además el 70º cumpleaños del rey Carlos Gustavo (30 de abril) y los cuarenta años como Reina consorte de Silvia (19 de junio).
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Tres nuevas fotos se suman al reciente retrato oficial de Sofia de Suecia. Los príncipes Victoria y Daniel, herederos de la Corona sueca, encabezan esta serie realizada por la fotógrafa cortesana Anna-Lena Ahlström. La Princesa, que posó en las emblemáticas galerías de palacio junto al príncipe Daniel cuando estaba todavía embarazada de su segundo hijo, es la viva imagen de la elegancia con un vestido con lazo de color rosa grosella, en la gama de tonos rojos del bosque de la corbata de su marido, y con el pelo recogido a un lado.
La princesa Estelle, segunda en la línea a la Corona sueca, brilla con luz propia -una sonrisa a cámara, de cálida, tropical- y ajena -un vestido con cuerpo de aplicaciones de estrellas metalizadas–, lo que apunta al buen lustre de los nuevos tiempos monárquicos. La pequeña, que luce también una media melenita rubia sueca, entrelaza a su encanto natural y a su cuidado atavío el peinado que reina en las Cortes Reales de Europa y que han popularizado la princesa Leonor y la infanta Sofía, así como la princesa Ingrid Alejandra de Noruega.
Magdalena de Suecia también estrena. La Princesa lleva el mismo vestido de ensueño que llevó en los premios Nobel 2015, y que volvió a repetir en el gran día en Palacio de niños gravemente enfermos, una creación de color azul acero de Fadi El Khoury a conjunto con sus ojos. Y, al igual que en aquella última gala (y en aquella fiesta de cuento de hadas), lució la fabulosa diadema de aguamarinas procedente del joyero personal de la princesa Margaretha. Y, como en aquellos días, no se dejó en el joyero tampoco para la foto ni un solo atributo real: ni la orden de los Serafines, ni la banda azul. Todo es poco para realzar como se merecen los buenos tiempos.