Fue en agosto del año pasado cuando, tras una largar temporada en Nueva York, Magdalena de Suecia y Chris O´Neill se instalaron en Londres. Para su nueva vida eligieron uno de los barrios más ricos y exclusivos del mundo, que además cuenta con la ventaja de estar cerca de la familia del financiero. Ahora es su madre, Eva O´Neill, la que vende en la zona una de sus lujosas propiedades.
Celebridades, diplomáticos, empresarios o aristócratas se dan cita en el barrio de Belgravia, conocido por su seguridad y situado al sur de Hyde Park, al oeste del Palacio de Buckingham y a tres minutos a pie de Eaton Square, el lugar donde el marido de la Princesa –proveniente de una familia acomodada e influyente- pasó su infancia. Allí y por algo más de diez millones de euros (casi ocho millones de libras esterlinas) se puede adquirir una propiedad de 217 metros cuadrados, distribuidos en cuatro plantas con terraza y garaje.
Entramos en la fiesta de cuento de hadas de Magdalena y Leonore de Suecia
Entramos en las espectaculares vacaciones de Magdalena de Suecia y su familia
Según cuenta el citado medio desde su portal de vivienda, y citando al registro de la propiedad británico, fue en el año 2012 cuando la suegra de la Princesa adquirió esta casa, que desde entonces se ha sometido a una profunda reconstrucción -según cuenta la propia inmobiliaria que la ha puesto en venta antiguamente era una casa de caballerizas- y a una selecta decoración que encaje con el estilo de vida de un comprador de esas características.
DESCUBRE AQUÍ TODOS LOS DETALLES DE LA CASA
Esta propiedad – a la que “no es particularmente difícil encontrar un comprador”, según explica un agente al citado medio- cuenta con tres dormitorios –uno de ellos tipo suite-, tres sales de estar o áreas de recepción, que incluyen una entrada a un elegante comedor, garaje y la “joya de la corona”, una terraza a la que se accede a través de un ascensor y que permite contemplar el corazón de la élite británica más urbanita.
Una sala habilitada para convertirse en un cine, grandes ventanales, chimeneas, obras de arte, muebles de diseño y un comedor a dos alturas componen esta coqueta propiedad a la que no le falta un toque regio o palaciego. Una de las paredes de la planta baja cuenta con una gran fotografía de la Galería de Apolo situada en lo que un día fue el Palacio Real del Louvre –el actual museo parisino-, creada en el siglo XVII para exponer el poder de Luis XIV basándose en el mito de Apolo, el dios del sol y patrono de las artes.